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2011/09/26

Pemex-Repsol: los mexicanos critican "hiper-nacionalismo" español

A finales de agosto, Petróleos Mexicanos (Pemex) y la constructora española Sacyr Vallehermoso, principal accionista de la petrolera Repsol, anunciaron una alianza estratégica para controlar cerca del 30% de la empresa. Un acuerdo que desde entonces no ha dejado de agitar las ya revueltas aguas del accionariado de la compañía y de despertar recelos en Madrid.
El gobierno español ha manifestado en diversas ocasiones su deseo de intentar mantener la "españolidad" de la empresa energética, una de las mayores compañías del país.

En México, muchos cuestionan la forma como se han tomado el asunto políticos, analistas y empresarios de ese país.
"Hay una reacción desproporcionada y que deja de lado el mínimo sentido de reciprocidad", le dice a BBC Mundo Fluvio Ruiz Alarcón, integrante del Consejo de Administración de Petróleos Mexicanos.
"Si alguien se ha beneficiado en las últimas décadas de la apertura económica mexicana han sido los intereses españoles, están presentes en la banca, la construcción, telefonía, turismo, y aquí no ha habido ningún reflejo hiper nacionalista", explica.
Lo que más sorprende son las reacciones dentro de Repsol. Pemex participa en la compañía ibérica desde 1979, y actualmente es prácticamente su único socio industrial importante, añade Ruiz Alarcón.
Así, una operación como la que realizó la paraestatal mexicana sería vista como "normal" en cualquier parte del mundo, insiste.
Pero eso no parece ocurrir en España… Ni tampoco en México.

Dudas

En la polémica por la compra de acciones en Repsol, Petróleos Mexicanos también lleva su parte.
La paraestatal aumentó su participación accionaria y luego se asoció con la compañía constructora Sacyr Vallehermoso, con lo que podrían controlar cerca del 30% de las acciones de la compañía española.
La nueva asociación ha sido criticada en México por los problemas financieros que enfrenta Sacyr, pero también por la decisión de Pemex de adquirir deuda para financiar esta operación.
Algunos cuestionan que estos recursos no se utilicen para atender necesidades nacionales, e incluso un analista económico dijo que la operación financiera es "malinchismo", una forma despectiva como los mexicanos definen la preferencia a lo extranjero.
Pero la mayoría reclama falta de transparencia en el proceso financiero, explica Fluvio Ruiz.
"Esta falta de información ha dado lugar a especulaciones, algunas comprensivas, otras fuera de lugar, pero la reacción en México se debe a que no se ha explicado la naturaleza, modalidades y alcances de la estrategia", dice.
El consejero de Pemex reconoce que el desconocimiento sobre la transacción financiera opaca los beneficios de ampliar la presencia mexicana en Repsol.
El director de la paraestatal, Juan José Suárez Coppel, ha dicho que la ampliación accionaria en la compañía ibérica es parte de una estrategia para "internacionalizar" a la petrolera mexicana.
Un proceso que eventualmente permitiría aumentar sus reservas de hidrocarburos, especialmente de yacimientos donde no ha sido posible su explotación.

Explicaciones

La falta de datos se resiente especialmente en la Cámara de Diputados, que demandó la comparecencia de Suárez Coppel.
En el pleno legislativo el funcionario deberá explicar por qué la decisión de comprar más acciones de Repsol, y sobre todo las razones de la asociación con Sacyr, le dice a BBC Mundo la diputada Esthela Damián Peralta, presidenta de la Comisión de Vigilancia.
"No informó al consejo de administración de Pemex, pero lo delicado es que, bajo estas argucias jurídicas, se evade el tema de la fiscalización", explica.
Más allá de razones técnicas y financieras, los diputados citaron al director de Petróleos Mexicanos por una razón: sospechan de irregularidades en la operación con Repsol.
"Por supuesto, por eso la petición de que venga", reconoce Damián Peralta.
El director Suárez Coppel ha dicho que la operación, estimada en unos US$1.700 millones, es legal y benéfica para la empresa.
"Se cuidaron todos los aspectos legales y las regulaciones de España, México y de los mercados de valores. Fuimos cuidados, no vemos batallas legales", dijo a medios locales.
En eso coincide Fluvio Ruiz: con los datos que tiene hasta ahora, el consejo de administración de Pemex no encuentra riesgos legales en la negociación con Repsol.

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