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2011/06/01

El pez que inspiró a Nemo se queda sordo en los mares ácidos

La especie del pez protagonista de "Buscando a Nemo", el pez payaso, se está quedando sorda debido a la creciente acidez oceánica que producen las emisiones de dióxido de carbono.
En niveles de acidez que podrían ser comunes para fines de siglo, el pez no respondió a los sonidos de los depredadores.

Los océanos se están volviendo ácidos debido a que absorben gran parte del dióxido de carbono que la humanidad lanza a la atmósfera.
Los científicos de la revista Biology Letters afirman que si no se hace algo para evitar el daño, la vida de este pez estaría en peligro.
"En el comportamiento típico del pez payaso en mar abierto, se ve que evita los arrecifes de coral durante el día", dice el investigador jefe Steve Simpson, de la Escuela de Ciencias Biológicas de la Universidad de Bristol, en el Reino Unido.
"Esto lo hacen controlando los sonidos que emiten los animales en el arrecife, muchos de los cuales son depredadores para cualquier cosa que tenga un centímetro de largo.
"Sin embargo, los sonidos también son importantes para el apareamiento, la caza en grupos o el forraje, de modo que si cualquiera de esas capacidades se pierde, es el pez el que se encuentra perdido", le dijo a la BBC.
Investigaciones previas han demostrado que este pez también pierde su capacidad de olfatear el peligro en aguas marinas ligeramente más ácidas.

El experimento

El equipo crió peces payasos en estanques que contenían agua con diferentes niveles de acidez.
Uno reproducía el nivel de acidez del agua de mar de hoy en día, con una atmósfera que contiene cerca de 390 partes por millón (ppm)
Los otros estanques fueron establecidos a niveles a los que se podría llegar hacia el fin del siglo, 600, 700 y 900 ppm.
Mientras más dióxido de carbono haya en la atmósfera, más absorben los océanos y, mientras más absorben, más ácidas se vuelven sus aguas.
En este experimento, hay un parlante bajo el agua que reproduce los sonidos que emiten los depredadores y que fueron grabados en un arrecife con camarones y peces que podrían dar cuenta del pez payaso.
La idea es que el pez payaso decida nadar hacia la fuente del sonido o alejarse de ella.
En el agua con los niveles acídicos de hoy, el pez payaso pasó tres cuartas partes del tiempo en el extremo del estanque opuesto al del parlante.
Pero, en mayores concentraciones de acidez, no hubo preferencia. Esto indica que no podía oír, no podía descifrar o que no actuó antes las señales de advertencia.
"El arrecife es descrito como una "muralla de bocas" esperando a recibir al pez payaso", dice el doctor Simpson.
"Lo que hemos hecho aquí es poner al pez en el medio ambiente de mañana, y sus efectos son potencialmente devastadoras."

Preguntas abiertas

Si les toma a los océanos décadas para alcanzar estos niveles de acidez, hay una posibilidad de que el pez se pueda adaptar, dice el equipo investigador,

Ésta es una de las interrogantes que plantea esta investigación. Otra pregunta que se deriva del estudio es si otras especies están siendo igualmente afectadas.
Una tercera es a qué se debe que estos peces se vean afectados por estos ligeros cambios de la acidez.
Aparentemente, no hay daño físico a los oídos; el equipo afirma que podría tratarse de algún tipo de daño neurológico, o tal vez sea el caso de que estén bajo estrés debido a la alta acidez y no se comporten como lo harían en un ambiente normal.
Ya se está trabajando en otros experimentos que podrían responder esas preguntas.
Las preocupaciones respecto a la acidificación del océano son relativamente recientes comparadas, por ejemplo, a la alarma respecto al calentamiento global.
Sin embargo, ya hay suficiente evidencia de que ésta podría traer cambios significativos a la vida oceánica.
Los organismos más directamente afectados parecen ser los corales y aquellos que que desarrollan una caparazón, tales como los caracoles.
Hace poco, otro equipo investigador publicó sus conclusiones extraídas de un "laboratorio natural" en los mares de Papúa Nueva Guinea, donde el dióxido de carbono burbujea en el agua procedente de las laderas de un volcán dormido.
Esta acidez del lugar es demasiado para muchos corales; en su lugar, lo que crece de manera portentosa es un ecosistema alternativo de praderas marinas.
Con el continuo aumento de las emisiones de carbono, los investigadores pronosticaron que la mayoría de los arrecifes del mundo estaría en graves problemas antes del fin del siglo.

BBC Mundo

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