Existen muchas. Miles. Para controlar las calorías ingeridas, el ejercicio realizado, los cambios de humor. Para dejar de fumar. O incluso para conseguir un diagnóstico. En el 2010, crecieron un 78%. Las aplicaciones relacionadas con la salud y el bienestar han encontrado en el móvil una plataforma ideal para ofrecer a los usuarios información actualizada al momento y coaching, aunque según un estudio publicado en el American Journal of Preventive Medicine (AJPM), no siempre están basadas en evidencias científicas ni funcionan.
“Es muy fácil dejarse seducir por las últimas tecnologías sin pararse a pensar si realmente van a ser de ayuda para conseguir un cambio de comportamiento”, subraya en LiveScience Erik Augustson, psicólogo investigador de la unidad de control del tabaquismo del National Cancer Institute (NCI) de Estados Unidos.
Las apps no lo arreglan todo, aunque el científico admite que tienen la virtud de llegar a capas muy diversas de la sociedad y de conseguir el compromiso de usuarios que los investigadores no pueden alcanzar. Al menos al principio. En este sentido, Lorien Abroms, profesora de Salud y Prevención de la Universidad de Washington, admite que los programas que se basan en mensajes recordatorios suelen ser de ayuda para dejar de fumar o perder peso.
Javier Creus, fundador de la consultora Ideas for Change y coautor del libro No somos hormigas, lo corrobora. En abril del 2010, la empresa barcelonesa lanzó The Joy, una app para iPhone para dejar de fumar en 7 días, que se situó entre las 10 más descargadas en la categoría de Salud y Forma física en iTunes España y entre las 100 primeras en el mercado de Estados Unidos.
Lo había intentado ya en el 2003 con un sistema vía SMS llamado conelmovil.com, pero “todo era más complicado y no había manera de rentabilizarlo sin cargar el precio de los mensajes al usuario”. Los smartphones son otro mundo, asegura Creus. “Te permiten una interacción más rápida y natural y el hecho de que funcionen con tarifa plana posibilita el envío de tantos mensajes como necesites”.
The Joy ha alcanzado ya las 5.000 descargas. Su funcionamiento es sencillo aunque requiere del compromiso del usuario, que tiene que pulsar un icono que representa a un fumador durante las diferentes fases de proceso para así recibir los mensajes elaborados por el Dr. Miquel Masgrau, autor del libro El placer de dejar de fumar.
“Hemos comprobado que la aplicación ayuda a dejar de fumar a aquellos que siguen el proceso”, afirma el fundador de Ideas for Change. Aún así, el verdadero reto, según los autores del estudio del AJPM, es conseguir que el cambio de comportamiento se mantenga en el tiempo. Por eso, dicen, las mejores apps son las que se combinan con los consejos de un profesional de carne y hueso.
La Vanguardia
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