La explosión de contenidos en medios, blogs y redes sociales ha creado una sensación de no llegar a leer todo. Esta ansiedad se antenúa -incluso llega a convertirse en una sensación placentera- gracias a aplicaciones como Flipboard, que convierte en revista casi cualquier fuente de información.
Basta con incluir los canales RSS, usuarios de Twitter o el perfil de Facebook deseados para que en minutos comience a mostrar lo sucedido como si fuese un contenido editorial. Con su entradilla, titulares y fotos. En el caso de Twitter hace especialmente bien su cometido. Si un tuitero incluye un enlace, automáticamente carga su contenido dentro de la noticia, con foto o vídeo, de manera impecable.
Para los recién llegados a la sindicación de contenidos (RSS), Flipboard ofrece algunas fuentes ya preparadas: diseño, tecnología, compras... A los entusiastas, empachados en suscripciones a blogs, les facilita la gestión de carpetas.
El éxito de Flipboard ha generado varias secuelas. Tweetmag hace algo parecido con los usuarios que uno sigue en Twitter. Memolane da vida a la actividad social en forma de línea temporal. Automáticamente lo convierte en un hilo interactivo con todo lo sucedido en orden cronológico o como un árbol esquemático que evidencia las conexiones entre actividades.
Paper.li, pensado para el escritorio del ordenador, escoge los contenidos que más le han interesado y los convierte en una portada en la web. De nuevo, la maquetación es similar a las de las ediciones digitales de los diarios pero escogidas según los intereses del lector, con vídeos y fotos incluídos dentro del diseño. Paper.li es gratuito, está en español entre otros idiomas y permite algo todavía más social: suscribirse al diario que desee, contribuir con sugerencias o crear un diario colectivo.
El Pais
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