El oro terminó el 2010 con alza y sumó su décimo año de ganancias por la debilidad del dólar y la incertidumbre por la economía, que lo mantendrían al alza en el 2011.
El complejo de metales preciosos en general ha tenido un buen desempeño en el 2010, liderado por el paladio, que subió un 97 por ciento.
La plata al contado XAG=, subió un 83 por ciento en el año y los inversionistas están viendo a este metal como alternativa al oro. La plata tuvo la mejor evolución en el índice de materias primas CRB, alcanzando máximos de 30 años de 30,92 dólares el viernes.
El oro al contado XAU= subió a 1.418,85 dólares la onza la tarde del viernes, un alza de un 1,06 por ciento desde el cierre anterior de 1.403,99 dólares y un avance de un 29,4 por ciento frente al 2009.
Los futuros del oro para febrero GCG1 en Estados Unidos terminaron el 2010 en 1.421,40 dólares la onza, un alza de 15,50 dólares, o un 1,1 por ciento frente al día anterior, pero un incremento de un 29,7 por ciento frente al cierre del 2009.
Las alzas del viernes fueron impulsadas por una baja del dólar frente a una cesta de divisas y por ajustes de posiciones.
"El precio del oro siguen bien respaldado por un dólar más débil y la sólida demanda de inversión", dijo Anne-Laure Tremblay, estratega de metales preciosos de BNP Paribas.
"Prevemos que el repunte del precio del oro continúe en el 2011 debido a los fuertes fundamentos, como las presiones inflacionarias (notablemente en China), una amplia liquidez y las preocupaciones sobre el valor del dólar", agregó.
Operadores y analistas anticipan que el oro rompa la barrera de los 1.500 dólares en el 2011, particularmente si el dólar extiende su declive, la economía de Estados Unidos sigue siendo incapaz de generar suficientes empleos y si no se desactiva la crisis de la deuda europea.
"El cuadro para los metales sigue siendo positivo el próximo año. Hay suficiente demanda desde la perspectiva de la inversión como para mantener una tendencia relativamente alcista, en particular en el oro", dijo Darren Heathcote, jefe de operaciones de Investec Australia en Sidney.
Reuters
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