La impronta genómica, una forma de expresión genética específica de los padres, puede influir en la conducta social, según un estudio de la Universidad de Bath en Reino Unido que se publica en la revista Nature.
Los investigadores explican que la mayoría de los genes activados en una persona expresan ambas copias, una heredada de la madre y otra del padre. Pero los genes de impronta, que se cree influyen durante el desarrollo, tienen sólo una copia activada.
Los científicos, dirigidos por Andrew Ward, muestran que la versión derivada del padre del gen de impronta Grb10 está vinculada a la dominación social. Los ratones que carecen de la expresión del gen derivado del padre son más propensos a participar en el aseo social, y menos propensos a retirarse en un encuentro violento con un animal no familiar.
Aunque los genes de impronta han sido implicados ya antes en el cuidado parental, este estudio es el primero en indicar su influencia sobre una conducta social específica. Y Grb10 es inusual, incluso entre los genes de impronta, porque se muestra que el origen paterno influye donde el gen se expresa y también su función.
La versión paterna se expresa en el cerebro donde influye en la conducta adulta, mientras que la versión materna se expresa periféricamente y se vincula al crecimiento fetal. Desde una perspectiva evolutiva, se cree que esta estrategia podría haber permitido a un único gen tener dos papeles distintos.
Publico
Los investigadores explican que la mayoría de los genes activados en una persona expresan ambas copias, una heredada de la madre y otra del padre. Pero los genes de impronta, que se cree influyen durante el desarrollo, tienen sólo una copia activada.
Los científicos, dirigidos por Andrew Ward, muestran que la versión derivada del padre del gen de impronta Grb10 está vinculada a la dominación social. Los ratones que carecen de la expresión del gen derivado del padre son más propensos a participar en el aseo social, y menos propensos a retirarse en un encuentro violento con un animal no familiar.
Aunque los genes de impronta han sido implicados ya antes en el cuidado parental, este estudio es el primero en indicar su influencia sobre una conducta social específica. Y Grb10 es inusual, incluso entre los genes de impronta, porque se muestra que el origen paterno influye donde el gen se expresa y también su función.
La versión paterna se expresa en el cerebro donde influye en la conducta adulta, mientras que la versión materna se expresa periféricamente y se vincula al crecimiento fetal. Desde una perspectiva evolutiva, se cree que esta estrategia podría haber permitido a un único gen tener dos papeles distintos.
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