"Tengo 87 años, una pensión que no es para tirar cohetes pero sé que ya no me queda mucho en este convento. El problema lo tienen los que vienen detrás, el futuro se ve catastrófico", comenta a BBC Mundo el madrileño Fernando Alves, después de conocer la última cifra de desempleo en España: 4.700.000 parados, la cifra más alta en los últimos trece años.
Más de 1.300.000 familias con todos sus integrantes sin trabajo, una tasa de desempleo juvenil superior al 40%.Los demoledores datos tensan las redes sociales y familiares que aguantan el peso como pueden, allí los abuelos han llegado a convertirse en las cabezas de muchas familias que sobreviven con su reducida pensión.
"Es algo que ya es normal en muchas familias españolas pero a la gente le da vergüenza decirlo. A ese drama hay que sumarle que los abuelos no duran para siempre, sabemos de casos en los que el abuelo ha muerto y las familias se han quedado sin nada", explica a BBC Mundo Luis Fernández, presidente de la Asociación Nacional de Desempleados, Adesorg.
"Hace poco llegó una pareja mayor de 62 y 65 años de edad. Eran trabajadores autónomos pero no alcanzaron a jubilarse. Viven de la pensión de la madre de uno de ellos que tiene 95 años", agrega.
La ONG católica Cáritas, una de las más grandes en España, ha subrayado varias veces este fenómeno.
"Familias de entre 30 y 45 años están volviendo a las casas de sus padres porque les han embargado la casa o no pueden pagar el alquiler. Al final los abuelos son los que están manteniendo a las familias con sus pensiones. El riesgo de exclusión social es altísimo", advierte Cáritas.
El último año la ONG ha registrado un aumento del 50% de solicitudes de alimentos, dinero, ropa o material escolar desde estos hogares.
"Pensión imposible"
A la desazón de las cifras de desempleo se ha sumado la reciente reforma del régimen de pensiones en España. Para acceder a una pensión completa se tendrá que cotizar entre 35 y 38 años."¿Cuando van a cotizar las nuevas generaciones si no hay trabajo? Todas las conquistas sociales por las que hemos luchado nos las han arrebatado. La izquierda ha desaparecido en Europa", exclama Fernando.
Pertenece a la generación que vivió la Guerra Civil y que conoció el hambre cuando ciudades como Madrid fueron sitiadas por los bombardeos, luego cuarenta años de régimen de facto y la transición política.
"Pasamos por cosas muy duras pero éramos conscientes de que teníamos que luchar. Ahora la gente, los partidos han agachado la cabeza. ¿Si hay mercados para qué queremos gobiernos? Como las nuevas generaciones no se arremanguen y se pongan a luchar lo van a tener muy crudo", anota el anciano.
Toda su vida trabajó en la metalurgia y desde hace varios años forma parte de una asociación de vecinos. El futuro de sus hijos y nietos no le deja estar tranquilo, en el mejor de los casos sólo consiguen contratos temporales mientras él les echa una mano.
"Pero tengo 87 años y soy mileurista (US$1.300). Esa es la realidad", comenta a BBC Mundo.
Viviendo con poco
"Las jubilaciones entre US$800 y US$1.300 son contadas, casi excepciones. Lo normal son las pensiones entre US$340 y US$ 540. Con esa cantidad están sobreviviendo muchas familias desempleadas en España. La gente está aguantando desde hace un par de años por la red familiar pero esa también se agota", explica Fernández de Adesorg.Ese drama lo vive en carne propia la madrileña Joaquina Moreno. Sus sobrinos y primos han comenzado a quedarse sin trabajo como si fuera una reacción en cadena. De momento, aguantan con la red familiar.
"A las hijas de mi hermana no les alcanza ni para pagar el alquiler. Se los paga el padre del esposo de una de ellas. Y la comida se la están consiguiendo en Cáritas", detalla preocupada.
En su caso cobra una mínima pensión heredada por su marido que murió hace poco. "De ahí vamos tirando con mis dos hijas. No quiero imaginar qué futuro les espera si me muero", señala la mujer.
BBC Mundo
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