"En estos momentos no necesitamos vitaminas, me dijo un inversor recientemente, necesitamos aspirinas, remedios a los problemas". Javier Andrés tiene una aspirina. Es el fundador de Ticketea.com, una taquilla virtual para cualquier acontecimiento, desde la fiesta de cumpleaños al concierto multitudinario de Bustamante.
Ticketea es el remedio a un problema: la dificultad de vender tú mismo las entradas de tu fiesta, de tu congreso o de tus espectáculos. "Si es gratuito no cobramos, si es de pago solo un 8% del precio de la entrada", explica este riojano de 30 años.
Desde Facebook puedes convocar una fiesta, avisar a los amigos, pero no podías comprar las entradas para la fiesta de Medicina, que vuelan en minutos. Ahora ni siquiera es necesario visitar Ticketea. "Hemos creado una herramienta para comprar sin salir de Facebook", explica este licenciado por el Icade. "Lo nuestro son compras sociales y nada hay más social que Facebook. Después de Google y Ticketea, donde más compran es en Facebook y Twitter".
Ticketea no es solo una herramienta para actos esporádicos. Además de muchas salas de teatro independiente, el Lara de Madrid se ha pasado a Ticketea.
Hasta su existencia, cadenas de cines, teatros, organizadores de festivales y conciertos solían plegarse a las condiciones de los cinco grandes de este mercado en España. De un tiempo a esta parte, con la simplificación de Internet, cada cual comienza a crearse su taquilla, como lo acaba de montar el Teatre Lliure de Barcelona.
"Vivíamos un oligopolio, pero se está rompiendo. Aparte de un tema de costes, hay otro de competencia. Entras a la página de un teatro y para comprar te remiten a una de esas grandes taquillas en donde junto a tu espectáculo hay otros muchos más, con lo cual quizás acabas comprando una entrada de la competencia".
Ir a un cine de La Moraleja (Madrid) a través de Servicaixa vale, según la butaca, 9,90 euros. Su comisión es de 0,90 céntimos, el 9%. La comisión de Entradas llega al 12,8%. El recital de Raimon en Telentrada, 39 euros, de los que tres son su comisión (7,7%); del espectáculo de Faemino y Cansado, El Corte Inglés cobra el 6% de los 26,65 euros de entrada. La butaca de 100 metros cuadros en el teatro Lara de Madrid cuesta 22,80. Ticketea cobra el 8%, pero el teatro no repercute íntegramente la comisión en el precio de la entrada.
"Los sistemas de teleentradas cobran entre un 5% y un 13% al organizador y un 10% al asistente. Nuestra comisión es del 8% y solo por las entradas que vendemos. El organizador decide si el porcentaje lo asume él o lo repercute en el precio".
Hace un año que Andrés lanzó Ticketea. En este tiempo un millar de eventos se han servido de su herramienta, entre ellos mucha fiesta colegial, mucha sala de teatro independiente, pero también presentaciones de Telefónica o Google.
"El crecimiento es exponencial. El pasado viernes facturamos más que en los dos primeros meses de vida". Si empezaron tres en el invento ahora son siete. Si hasta ahora Andrés y los suyos tiraban con los 200.000 euros que le prestó un familiar, desde la semana pasada cuenta con un millón de euros de Atrapalo. "Es un socio importante, pero minoritario. La mayoría es nuestra", puntualiza.
Andrés dice que ha conseguido democratizar la venta de entradas. "Cualquiera puede hacerse su taquilla virtual. No cobramos si no se cobra, como pueden ser fiestas de cumpleaños, presentaciones de productos, cursillos de formación o actos de una ONG. Los ingresos nos llegarán por otro lado".
Es el sistema freemium: la herramienta gratis y el cobro por servicios añadidos. "A menudo la gente coge la entrada y luego no va. A las empresas les interesa saber quién asiste realmente. También piden que en la entrada figure su logo o un informe del público: cuándo compraron, de dónde proceden... Esos servicios los cobramos".
En 2010 han visto crecer mucho su uso en las fiestas de Nochevieja y en los festivales de música, como Contempoprania, Arenal Sound (Burriana) o el Actual (La Rioja).
Andrés cree que la taquilla virtual vivía anclada en el 2000, excepto las líneas aéreas, con quienes ya se puede volar enseñando la pantalla del móvil. Ni tarjeta de embarque ni un correo electrónico en papel. "Si compras con Ticketea no necesitas ir a recoger la entrada a un cajero o a la taquilla. Se envía a tu móvil".
El Pais
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