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2011/01/27

Pide un millón de dólares por YouTube y se lo dan

Es la versión 2.0 de la promesa del éxito, de la fórmula de libro de autoayuda 'Pide y se te dará'... pero a través de internet. Desde que, en el 2005, un geek de 21 años llamado Alex Tew puso en marcha The Million Dollar Page, con la que consiguió la ansiada cantidad del millón de dólares vendiendo píxels, se han multiplicado las iniciativas en las que alguien pide dinero por hacer cualquier cosa, incluso por dormir.
Pero Craig Rowin ha conseguido rizar aún más el rizo del millonario por sorpresa. El humorista de Brooklyn dice haber obtenido la suma demandada a cambio de “nada”. ¿Cómo? El 21 de noviembre de 2010, el escritor y guionista colgó un vídeo en YouTube en el que pedía la Cantidad, con mayúscula, a los millonarios más conocidos “simplemente porque sería fantástico tenerla.” Una interpelación directa con la que lleva acumuladas algo más de 250.000 visitas.
Insistió con un par de vídeos más, del mismo estilo, hasta el 19 de diciembre de 2010. Luego, mantuvo un prudente silencio hasta el pasado 16 de enero. Ese día le puso la guinda marketiniana al asunto. Apareció de nuevo en el portal de vídeos de Google para anunciar que lo había conseguido, que un tal Benjamin va a darle el anhelado millón “a cambio de nada” en el escenario del Upright Citizens Brigade Theater de Manhattan el próximo 2 de febrero. Por supuesto, los que quieran presenciar la entrega del cheque tendrán que pagar entrada. Pero al parecer, la curiosidad de saber si la historia es cierta le asegura un lleno total pues, según varios medios norteamericanos, las anticipadas (a 5 dólares) ya están agotadas.
¿Pero y si todo fuera un montaje? ¿Y si fuera un hoax para promocionar la obra que Rowin realiza en Brooklyn? El artista lo niega. De hecho, en el canal CBC de la televisión canadiense, asegura que lo que ha aprendido de la experiencia es que “internet es una locura”. “Pones que lo quieres y lo siguiente que te llega es que lo has conseguido”. La confirmación o el fin del cuento, el 2 de febrero.

La Vanguardia

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