Los fabricantes ya no producirán bombitas de 100 vatios y las tiendas no se reabastecerán una vez que las vendan todas. Los consumidores tendrán que elegir entre las variedades de bombitas eficientes que usan un máximo de 72 vatios: incandescentes halógenos, fluorescentes compactos y lámparas LED (diodos emisores de luz).
"Estos estándares ayudarán a reducir el gasto eléctrico nacional en más de u$s10.000 millones por año y ahorrarán una cantidad de electricidad equivalente a 30 usinas grandes", dijo Noah Horowitz, científico del Consejo Nacional de Defensa de los Recursos.
"Esto se traduce en que se emitirá mucha menos polución que causa el calentamiento global", agregó.
El cambio es parte de la ley federal de Seguridad e Independencia Energética promulgada en 2007 para reducir el consumo y las emisiones contaminantes. California recibió autorización para adoptar las reglas más exigentes un año antes que el resto del país.
La ley exige que las bombitas usen 25% a 30% menos energía y la primera en ser eliminada es la tradicional de 100 vatios. Para 2014, otras bombillas incandescentes, como las de 40, 60 y 75 vatios, también dejarán de ser usadas en todo el país.
Algunas variedades de usos especiales podrán seguir en venta, como las bombillas para acuarios y otras para ahuyentar insectos.
Los fabricantes dicen que no han detectado que haya consumidores que compren cantidades de bombitas de 100 vatios para almacenar, aunque esto podría cambiar una vez que la noticia se difunda más y los productos empiecen a escasear.
Nick Reynoza, gerente de la tienda Royal Lighting en Los Angeles, lamentó que la transición se produzca cuando las bombitas alternativas siguen siendo mucho más caras que los tradicionales.
"Cuatro incandescentes cuestan un dólar, las halógenas salen u$s5,99 y las LED están a unos u$s20", explicó.
Los grupos ambientalistas apoyan la medida y la industria ha invertido grandes cantidades en las nuevas tecnologías, pero no todo el mundo está de acuerdo con la ley. El representante republicano Joe Barton presentó una iniciativa para derogar la ley.
"La gente no quiere que el Congreso dicte qué bombitas puede usar", dijo en su sitio. "Las bombitas incandescentes tradicionales son baratas y confiables", remató.
Infobae
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