Las muchachas solteras suelen quejarse de cuán difícil les resulta encontrar un Adonis entre el cúmulo de jóvenes en los cuales ponen ojos como posibles príncipes azules que roben sus corazones.
A esta suposición se le acaba de agregar cierto peso científico, ahora que investigadores ingleses afirman que las mujeres bellas tienen más probabilidades de tener hijas que aquellas cuya apariencia va de lo común a lo feo.
Como los hijos tienden a heredar los genes que determinan la apariencia, esto podría dar lugar a la larga a una disminución en la cifra de hombres bellos.
Y también puede explicar por qué muchas modelos tienen hijas que siguen sus pasos, como Yasmin Le Bon, que firmó con la misma agencia de modelaje que su hija Amber, y Jerry Hall, cuyas hijas Elizabeth Jagger y Georgia han subido a la pasarela.
El Dr. Satoshi Kanazawa, de la Escuela de Economía de Londres, analizó datos de una encuesta entre 17.000 bebés nacidas en Gran Bretaña en marzo de 1958 y los siguió durante toda su vida.
A la edad de siete años, sus profesores notaron cuán atractivo era su físico. Cuando llegaron a los 45, se les preguntó sobre el sexo de sus hijos.
Las consideradas atractivas fueron más propensas a tener un hijo o una hija como primogénito – pero las no consideradas atractivas tuvieron más varones.
Dicho de otra manera, las bellas mujeres tuvieron más hijas que aquellas de apariencia menos bella, según la revista de Ciencias de la Reproducción.
Un estudio anterior entre 2.000 estadounidenses sugiere que las mujeres son cada vez más hermosas según pasan las generaciones, porque las atractivas tienen más hijos que las comunes. Entre sus hijos, además, la mayor parte son niñas.
El Dr. Kanazawa cree que los padres tienden a reproducir sus atributos físicos entre sus descendientes. La belleza, dice, suele adornar más a la mujer que al hombre.
Pero las parejas bendecidas con fuerza y agresividad por encima de la apariencia tienen más probabilidades de tener varones, ya que estas características son más útiles al hombre.
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