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2010/11/24

Reino Unido le pone freno a la inmigración

El gobierno del Reino Unido anunció este martes una reducción del número de visas para trabajadores calificados de fuera de la Unión Europea. Los estudiantes que no cursen un nivel de grado también se verán afectados.
El límite de visas para los trabajadores será de 21.700 por año a partir de abril de 2011.
El año pasado ingresaron al país 55.000 personas en esas condiciones, 22.000 de las cuales llegaron por transferencias dentro de una misma empresa.
Se trata efectivamente de una reducción de 6.300 lugares con respecto a 2009.
La restricción no afectará a los empleados transferidos al país por sus compañías, siempre y cuando su salario anual sea superior a US$63.000. Quienes lleguen al país en esas condiciones podrán permanecer un máximo de cinco años.
En el caso de que las transferencias sean de empleados cuyo salario sea superior a US$38.000 -e inferior a US$63.000- podrán instalarse por un año.
Unas 1.000 personas podrán ingresar si se considera que tienen un "talento excepcional" en las áreas de ciencia, arte o en la academia.
La ministra del Interior, Theresa May, aseguró que el sistema estaba "fuera de control".
Y reiteró el compromiso de reducir la inmigración neta de 196.000 personas a "decenas de miles" para 2015.

Problemas para estudiantes

La nueva política migratoria también incluye una revisión de las visas para estudiantes, que dificultará el ingreso de aquellos matriculados en instituciones privadas no universitarias que ofrecen únicamente cursos vocacionales o de idiomas.
A partir de abril los estudiantes sólo podrán estudiar en el Reino Unido si vienen a realizar al menos un curso de grado.
La ministra May indicó que "casi la mitad de todos los estudiantes que vienen aquí desde el extranjero vienen a estudiar un curso por debajo del nivel de grado y el abuso es particularmente usual en estos niveles más bajos".
"Muchos estudiantes en estos niveles más bajos han venido aquí con el objetivo de trabajar, en lugar de estudiar. Tenemos que parar este abuso", agregó May.
Sin embargo, la BBC entiende que aún no se alcanzó un acuerdo dentro de la coalición de gobierno en este punto.

Promesa política

Establecer un límite a la inmigración de fuera de la Unión Europea había sido una de las principales promesas políticas del actual primer ministro conservador David Cameron durante la campaña electoral.
Su rival en la campaña, y ahora viceprimer ministro, el Liberal Demócrata Nick Clegg, dijo en su momento que esa política ignoraba el hecho de que la mayor parte de los inmigrantes del Reino Unido provienen de la UE.
Y es casi imposible controlar esos números, debido a que existe una legislación europea que contempla el libre movimiento de personas.
Nick Robinson, editor de política de la BBC, dijo que tensas conversaciones en la coalición de gobierno derivaron en el anuncio de este martes.
La semana pasada un comité asesor sobre la inmigración recomendó que el número de trabajadores migrantes que llegan al Reino Unido desde fuera de la UE se reduzca entre 13% y 25% el próximo año.
Sin embargo, el comité dijo que esta reducción contribuiría sólo un 20% hacia la meta del gobierno de reducir la inmigración neta.
El otro 80% tendría que venir de recortes a visas estudiantiles y a la reunificación de grupos familiares.

Preocupación empresarial

"Durante los últimos años hemos tenido una inmigración neta en el Reino Unido de cerca de 200.000, que representa dos millones de personas adicionales cada 10 años", aseguró Cameron el domingo en una entrevista.
"Eso es inaceptablemente alto y tiene que ser reducido, y estoy convencido de que es posible bajarlo mientras se asegura que las empresas accedan a talentos", agregó.
Líderes empresariales están preocupados sobre la posibilidad de que un límite rígido pueda perjudicar la economía y excluir a extranjeros con talento que quieren trabajar en el Reino Unido.
David Frost, director general de la Cámara de Comercio del Reino Unido, señaló que era importante que los cambios a la política migratoria no dañen la economía.
"Claramente el gobierno tiene un mandato para reducir la inmigración neta, pero en un momento en que estamos tratando de exprimir cada pedacito de la economía los cambios en la política migratoria no deben perjudicar la competitividad del Reino Unido", dijo Frost.
Las compañías "deben tener la capacidad de traer a sus empleados calificados al Reino Unido".
Por su parte, Sir Andrew Green, de la organización Migration Watch, aseguró: "Esta es la primera vez en la historia británica que un gobierno se fija un objetivo de política general para la migración neta y tenemos que hacerlo. Tenemos que reducir la inmigración. La población va rumbo a los 70 millones en 20 años, 68% se debe a la inmigración".

BBC Mundo

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