Posiblemente si nos preguntan cuál es la marca más lujosa del mundo, pensaremos irremediablemente en Rolls-Royce. Con el paso del tiempo, esta empresa británica se ha convertido en todo un símbolo de lujo y glamour; la elegancia, sobriedad y perfección de cada uno de sus automóviles está al alcance de muy pocas fortunas. En la bitácora "Historias con Historia" encontramos un breve repaso a la cronología y anécdotas más curiosas de la marca, que contribuyen a entender mejor su actual posición de prestigio.
Rolls-Royce nace en 1906, cuando el ingeniero autodidacta Frederick Henry Royce, que había fabricado su primer vehículo -un "Royce"- en una factoría de Manchester, decide asociarse con su compatriota y aristócrata Charles Stewart Rolls. Con tanto nombre con erre, no es de extrañar que el primer logotipo de la marca fuera una doble erre roja grabada en el tapón del radiador de los automóviles. En 1910 Charles Rolls, que era un aviador empedernido, muere en uno de sus vuelos y en señal de luto la primera de las erres pasa a ser negra. Lo mismo sucedería con la segunda letra tras la muerte de Henry Royce en 1933.
Para entonces la compañía ya tenía muy claro el sistema de trabajo delicado y artesanal que llevaba asociado cada uno de sus productos. Echando un vistazo a la mecánica, conviene destacar que las piezas del motor están diseñadas y montadas una a una por diferentes artesanos para que, en el caso de avería, sea esa mismo técnico el que la repare. Siguiendo la perfección del arte griego, las líneas externas del radiador están ligeramente arqueadas para lograr una apariencia similar a la del famoso partenón.
Sobre él podemos encontrar la clásica estatuilla que los socios fundadores encargaron en 1911 a un famoso escultor, que gratamente sorprendido por la experiencia de viajar en uno de estos coches, decidió que sólo la figura del espíritu alado del Éxtasis podía representar a la marca.
Si nos detenemos a analizar el interior de algún Rolls-Royce encontramos las maderas más nobles del mercado, que los propios ingenieros se encargan de seleccionar una vez al año entre diversos bosques de California. Otro elemento característico y diferenciador son las pieles, procedentes de vacas de Escandinavia, donde la escasez de insectos y espinos garantiza su excelencia. Lujos que están a la alcance de muy pocos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario