El batacazo de los demócratas en las elecciones legislativas del martes, que se saldaron con una amplia mayoría republicana en el Congreso, amenaza con enterrar el plan de lucha contra el calentamiento global en EEUU. La ley impulsada por el presidente Barack Obama, que pretende recortar un 17% las emisiones de CO2 en 2020 respecto a 2005, fue aprobada el año pasado en la Cámara de Representantes, una de las dos del Congreso de EEUU, pero está pendiente su aprobación en la otra cámara, el Senado.
Con la nueva mayoría del partido republicano, plagado de escépticos del cambio climático, el Congreso podría tumbar definitivamente la ley, provocando una cascada de reacciones similares en otros países semanas antes del comienzo de la Cumbre del Clima de la ONU en Cancún (México).
El propio Obama mostró su pesimismo el miércoles en una rueda de prensa. La ley "era un medio para lograr nuestros fines, pero no es el único", aseguró el presidente, dando por hecho el fracaso de la normativa, que planeaba establecer un sistema de comercio de emisiones de CO2. Las empresas de EEUU tendrían que pagar para poder superar un tope de emisiones fijado por el Gobierno, como ocurre en la UE. "Voy a buscar otras maneras de resolver el problema", señaló Obama, que todavía confía en llegar a un acuerdo con los conservadores. "Esta es la oportunidad para que los demócratas y los republicanos se unan para pensar en un camino por el que avanzar, ya sea sobre el gas natural, la eficiencia energética o la fabricación de vehículos eléctricos", sugirió.
Los expertos en la enrevesada negociación climática internacional son más escépticos. "Las elecciones de EEUU confirman lo que mucha gente ya sospechaba: la próxima cumbre de la ONU en Cancún no supondrá un gran avance en la reducción de emisiones de CO2", declaró ayer Richard Klein, del Instituto Medioambiental de Estocolmo, a Reuters.
Sin acuerdo vinculante
Los analistas temen que la cita de Cancún se cierre con otro naufragio, como ocurrió el año pasado en Copenhague, donde los líderes mundiales fueron incapaces de firmar una reducción de emisiones para evitar una subida de la temperatura media del planeta de más de dos grados, considerada catastrófica por la comunidad científica. Con los compromisos actuales, la temperatura aumentaría entre 3,5 y 4 grados.
El ex viceprimer ministro británico John Prescott, negociador climático en el Consejo de Europa, mostró ayer su frustración en declaraciones a la BBC. "Escuché a Obama después de su desastre en las elecciones. Ahora dicen que no quieren implicarse en ningún tipo de acuerdo legal [un compromiso internacional vinculante de reducción de emisiones]. Así que olvidémonos de un acuerdo legal. Vamos a por uno voluntario", manifestó.
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