Se acabaron las buenas noticias para los bancos estadounidenses. Si los resultados del Citi, Goldman Sachs y JP Morgan arrojaron un rayo de esperanza sobre la situación de las entidades financieras de EE UU, ahora Morgan Stanley, el quinto mayor banco del país por activos, ha publicado unas pérdidas de 177 millones de dólares (más de 137 millones de euros). Bank of America, que publicó ayer sus ganancias , atribuibles a Merrill Lynch, ya sembró ciertas dudas por la mala situación de algunos de sus negocios.
Esto refleja unas pérdidas de 57 centavos por acción, muy por encima de los 8 centavos por acción previstos por los analistas consultados por la agencia Bloomberg. Esto se suma a los 1.300 millones que el banco perdió en diciembre, antes del inicio del año fiscal. El banco informó hoy antes de que abriera la Bolsa de Nueva York de que la pérdida neta atribuible a los accionistas comunes (una vez pagado el dividendo a los accionistas preferentes) se elevó a 578 millones de dólares, frente a los 1.311 millones de beneficio con que la entidad cerró el primer trimestre de 2008, informa EFE. Las acciones del banco perdían algo más del 3% dos horas después de la apertura de Wall Street.
Entre las pérdidas del banco, destacan los 1.000 millones atribuibles a la mala situación del sector inmobiliario y otros 1.500 por el cambio de las condiciones de algunos de sus créditos. Los ingresos del banco se han reducido un 62% respecto al mismo periodo del año anterior. Al igual que hizo su máximo rival, Goldman Sachs, Morgan Stanley pasó de ser un banco de inversión a un banco al estilo más tradicional para poder recibir las ayudas estatales y ante las fuertes pérdidas en esta rama del negocio desde que la crisis se inició en septiembre de 2008.
Por su parte, Wells Fargo ha cumplido con las expectativas que levantaron sus previsiones de crecimiento para este primer trimestre del año y ha anunciado que ganó en estos tres meses un 52% más que en el mismo periodo del año anterior, hasta los 53.045 millones de dólares, lo que supone una ganancia récord en la historia del banco, el cuarto del país por depósitos. El beneficio se debe a la integración en sus cuentas de Wachovia, adquirido por 15.500 millones de dólares a finales de 2008.
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