A nivel mundial la industria automotriz está en crisis, pero en China las ventas están floreciendo, convirtiendo a ese país en el primer mercado mundial del sector.
Gracias a este fenómeno, la exhibición de Shanghai, que era hasta ahora un primo pobre en este tipo de eventos, ha cobrado una extraordinaria importancia.
En marzo, China superó por tercer mes consecutivo a Estados Unidos en ventas desplazándolo de un lugar que parecía garantizado para un país que por tradición, historia y modelo de consumo era el rey indiscutido del sector.
El gobierno chino atribuye este éxito a los planes de estímulo del consumo lanzados el año pasado, que incluyen importantes reducciones impositivas para coches de alto ahorro de combustible e incentivos para la adquisición de vehículos en las zonas rurales, en las que todavía vive más de la mitad de la población nacional.
En la feria automotriz de Shanghai se lanzarán al mercado 13 nuevos modelos de coches.
Los modelos profundizan una nueva tendencia que, en medio de la crisis, se está inclinando por un auto más pequeño y de menor uso de combustible.
Impacto en la industria automotriz
Para las multinacionales automotrices, el mercado chino es una oportunidad de revitalizar su alicaído desempeño global.
Las ventas del modelo AMG de Mercedes Benz se triplicaron en China el año pasado, en momentos en que el sector pasaba penurias en todo el planeta.
En Estados Unidos, General Motors y Chrysler sobreviven con la válvula de oxígeno del estado.
Los planes de estímulo económico de naciones desarrolladas y emergentes con producción automotriz incluyen subsidios especiales a esta industria multiplicadora del empleo.
Éste ha sido el caso en países desarrollados como Alemania y Francia o emergentes como Argentina y Brasil.
En Rusia, el estado está sosteniendo su famoso modelo Lada con miles de millones de dólares de ayuda.
En este panorama, China se ha convertido en un insospechado oasis.
¿Motor de la recuperación global?
Más allá de la situación del sector automotriz, el vigor del mercado interno chino enciende una luz de esperanza respecto a su recuperación económica y la del mundo.
El fin de semana, el primer ministro chino Wen Xiabao indicó que el éxito de sus programas de estímulo fiscal le permitían a China concentrarse en su mercado interno para compensar la caída en las exportaciones por la crisis mundial.
En un foro regional asiático, Wen Xiabao mostró su presencia de superpotencia regional al lanzar un fondo de US$10.000 millones para proyectos de infraestructura en el sudeste asiático.
Pero quizá el principal as que China tiene bajo la manga es su propia sociedad.
Con una población de 1.200 millones de personas y la demanda insatisfecha de amplios sectores excluidos del consumo, este mercado interno puede ayudar a superar la crisis y, con un poco de suerte, estimular la economía mundial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario