El presidente de Microsoft, uno de los personajes más influyentes de la industria tecnológica durante las últimas tres décadas, dejará sus responsabilidades al frente de la multinacional informática el 30 de junio.
Desde que fundara la empresa junto a Paul Allen, en 1976, Bill Gates ha logrado amasar una de las mayores fortunas conocidas. Recientemente fue desbancado del puesto de hombre más rico del mundo por el empresario mexicano Carlos Slim, pero su fortuna sigue siendo la segunda mayor del planeta: cerca de 43.790 millones de euros.
Gates dejará sus responsabilidades al frente de la empresa, pero no abandonará el puesto de presidente y seguirá siendo empleado de Microsoft. Oficialmente, su último dá de trabajo será el viernes.
Estos fondos los gestionará a partir de ahora desde la Fundación Bill y Melinda Gates, a la que ahora dedicará el 80% de su tiempo, dejando el 20% restante para la compañía. Su éxito, en muchos casos, se ha debido a la debilidad de sus competidores, según reconocía la semana pasada en una entrevista en la BBC británica.
El futuro de la compañía
Tras su marcha, Bill Gates dejará varios desafíos sin resolver para Microsoft, que está a punto de despedirse definitivamente de Windows XP sin que Vista se haya consolidado como una alternativa válida, sobre todo en los entornos corporativos.
Continúan también los problemas con las autoridades de la competencia, que especialmente en Europa se han mostrado muy críticas con el comportamiento monopolista de la empresa informática. La fusión fallida con Yahoo deja también a Microsoft en una posición complicada frente otros gigantes de internet, como Google.
También crecer la competencia en uno de sus tradicionales espacios de dominio, los navegadores. Internet Explorer se mantiene fuerte como el programa más utilizado pero Firefox, Opera y Safari siguen creciendo poco a poco.
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