Fuente: La Nacion.
Apple tiene un don: fabrica cosas bellas. La Mac, el iPod y, ahora, el iPhone son, antes que ninguna otra cosa, objetos de diseño. Por dentro, contienen más o menos los mismos componentes que cualquier otro dispositivo digital. Pero el iPhone es algo más que un producto electrónico: es una experiencia sensorial.
Nadie comprará un iPhone sólo porque necesita un celular, de la misma forma que nadie invierte en un Bang & Olufsen para escuchar la radio o se lleva una Ferrari porque se cansó de andar de a pie. Si se cuenta con el dinero suficiente, no hay restricciones para comprar un Bang & Olufsen o una Ferrari.
Con el iPhone es diferente. El móvil de Apple sólo se vende para un operador en los Estados Unidos, AT&T Mobile. Este mes saldrá en Inglaterra (con el empresa de telefonía O2), Alemania (T-Mobile) y Francia (Orange). En 2008 llegaría a Asia. Y, mientras tanto, todo el mundo quiere uno. La ecuación es explosiva. Un objeto de deseo no demasiado caro (ya bajó 200 dólares) pero bloqueado para un país y un operador. ¿Qué hacker no se sentiría tentado?
El iPhone salió al mercado el 29 de junio y sólo cuatro días después el noruego Jon Lech Johansen, célebre por haber quebrado la protección de las películas en DVD, logró desbloquearlo. Pero era sólo el principio. Varios métodos de desbloqueo se sucedieron en julio, hasta que un adolescente publicó en su blog un método muy complicado. "Es demasiado difícil para el usuario común," declaró Apple. Pero los titulares fueron explícitos. Teenager 1- Apple 0.
En septiembre, iPhoneSimFree salió al mercado ofreciendo desbloquear el iPhone por 100 dólares. Luego, iUnlock lanzó un programa de línea de comandos y, finalmente, el AnySIM agregó interfaz gráfica. Ambos, sin costo.
Apple advirtió el 24 de septiembre que la próxima actualización de software dejaría inservibles los iPhone que hubieran sido hackeados. Y fue cierto. El 27 de ese mes una actualización convirtió a los celulares desbloqueados en "ladrillos". Pero, aunque los hackers tuvieron unas semanas algo agitadas, finalmente los "ladrillos" empezaron a recobrar sus funciones, al tiempo que surgía un nuevo hack para ejecutar aplicaciones de terceros en el teléfono.
Pero ¿es legal desbloquear un celular? En los Estados Unidos, sí. Y no sólo eso. En agosto, un ciudadano norteamericano inició una demanda contra Apple alegando que vender un teléfono que sólo puede usarse con un operador viola las leyes de protección al consumidor de su estado, California.
Con las fiestas cerca y tras estimar que un cuarto de millón de personas ya ha comprado el iPhone para desbloquearlo, Apple tomó una decisión que es, como mínimo, una admisión de derrota. Impuso restricciones a la venta del iPhone. Sólo se lo podrá comprar con tarjeta de crédito o débito, y no más de dos por persona. Entre tanto, Apple lanzó un nuevo iPod, el Touch, con pantalla como la del iPhone, y también se lo hackearon. Y salió la última versión del sistema operativo Mac OS X, llamada Leopard, ya hackeado para usarlo en una PC.
No han pasado seis meses desde el nacimiento del iPhone y Apple volvió a hacerlo. O más bien, el genio de Steve Jobs, el hombre que desde 1984 viene convirtiendo los aparatos más prosaicos, fríos y aburridos del planeta en lo más fashion del momento. Y este juego del gato y el ratón con los hackers le añade sal al asunto. ¿Qué sería de uno sin los otros? Y viceversa.
Por Ariel Torres
De la Redacción de LA NACION
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