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2007/09/10

Otra red para el 'big bang' de Internet

Fuente: El Pais.

En los primeros ordenadores personales de IBM de los años setenta no cabía casi ni una canción en formato MP3. Hoy un dispositivo USB del tamaño de una uña puede almacenar 2.000 canciones. Esa revolución informática está teniendo ahora una réplica en Internet, pero en un plazo muy inferior. Tan sólo 10 hogares que utilicen servicios de televisión por Internet generan más tráfico que toda la Red en 1997. El volumen de datos transportado se ha multiplicado por 34 en los últimos cinco años y ya se habla del colapso inminente de la red de redes.
"Internet es lo más importante" decía esta semana Peter Erskine, consejero delegado de O2, en el Encuentro de Telecomunicaciones que, como cada año, reúne a todo el sector en Santander de la mano de la patronal Aetic. El directivo de la filial de Telefónica recordaba que, según una encuesta, el 50% de sus clientes consideran que lo más importante en su vida (en materia tecnológica, se entiende) es Internet, frente al 22% que optan por la televisión. Y el 92% asegura que no puede salir de casa sin su móvil.
La tercera generación de Internet está a la vuelta de la esquina. La televisión, las descargas (p2p) y las llamadas redes sociales han atascado una red cuya capacidad parecía inagotable en su universo primigenio de e-mail y rudimentarias páginas web. Internet está a punto de sufrir un big bang con nuevos servicios que se han dado en llamar la web 2.0, gracias a fenómenos de masas como las denominadas redes sociales.
Los ejemplos de esta explosión son incontables. MySpace, un sitio intercambio para comunidades de amigos, tiene 197 millones de usuarios, y cada día incorpora 250.000 nuevos. El número de blogs, esa especie de diarios especializados, se multiplica por dos cada seis meses. Ahora ya hay más de 60 millones. Y en You Tube se cuelgan diariamente 65.000 vídeos.
Por eso, como aventura Julio Linares, director general de Coordinación de Telefónica, para referirse al futuro ya hay que hablar de petabytes (PB) como unidad de medida, equivalentes a mil millones de megabytes. En 2009, se estima que el volumen que transportará la Red será de 16.000 PB, siete veces más que ahora, y la velocidad media se multiplicará por cinco hasta los 50 megabits por segundo (Mbps).
A ese crecimiento de la demanda desde la propia Red, se une la explosión de la telefonía móvil que con tecnologías como el HSDPA (High Speed Downlink Packet Access, por sus siglas en inglés) que consigue velocidades de 14 Mbps. El móvil reclama su territorio. Se calcula que para 2010 el 80% del tráfico de datos se realizará por redes móviles y que la presencia ya que en 2010 el 54% de los usuarios de móviles entrarán con este dispositivo a Internet, según asegura Francisco Román, consejero delegado de Vodafone.
Por eso, las grandes operadoras de telecomunicaciones han puesto manos a la obra para sustituir los kilómetros de postes y pesados cables de cobre por modernas redes subterráneas de fibra óptica que lleguen a la sala de estar de los hogares. E inmediatamente después se ha suscitado el debate acerca de quién debe administrar una red que, ya hoy, concentra el 97% de las comunicaciones.
Los antiguos monopolios defienden que, a diferencia de lo que ocurrió en los procesos de liberalización de las telecomunicaciones a finales de los 90, en el que las redes de cobre se abrieron a los nuevos entrantes para alentar la competencia, ahora todos parten desde cero y, por tanto, el regulador no debe forzar la compartición de infraestructuras.
Telefónica lo tiene claro. "Quien quiera fibra que invierta", es su lema. Julio Linares anunció esta semana que le han pedido al Gobierno y a la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones (CMT) mano libre en todos los territorios donde haya competidores de cable. Y en las zonas no rentables, por estar poco pobladas, plantean que sea papá Estado el que asuma las inversiones. Sus competidores, con France Telecom a la cabeza, están radicalmente en contra y exigen que se les garantice el acceso a la red y a las canalizaciones en condiciones reguladas.
El regulador no dice ni que sí ni que no, entre otras cosas, porque no se sabe muy bien quién es. La CMT, por boca de su presidente, Reinaldo Rodríguez, ampara discretamente las tesis de Telefónica de regular de forma diferente las áreas con y sin competencia. Pero tiene al gran ojo de la Comisión Europea vigilándola. Bruselas ya le dijo al regulador alemán que de "vacaciones regulatorias" para la nueva red de Deutsche Telekom, nada de nada. Y puede hacer lo mismo con el español. La solución más radical es separar la gestión de la red, siguiendo el modelo, por ejemplo, con la energía eléctrica, donde REE gestiona el transporte de alta tensión.
Telefónica tiene listos 9.000 millones de euros para su nueva red que garantice en tres años velocidades de 10 Mbps para el 80% de los hogares -ahora sólo tienen cobertura el 50%-, y está realizando pruebas en Madrid y Barcelona para ofrecer ADSL de 30 Mbps en los próximos meses. En 2010, la operadora promete que un tercio de los hogares podrá acceder a Internet a 100 megas.
En el móvil, la revolución viene de la mano de las redes HSDPA de tercera generación, que permite velocidades similares a la del ADSL. Telefónica, Vodafone y Orange confían en que a finales de este año haya un 100% de cobertura en las poblaciones con más de 2.500 habitantes dispongan.
"Cualquier cosa que pueda estar conectada y que pueda beneficiarse de estar conectada estará conectada". El trabalenguas es de Fernando Valdivieso, director general de Nortel Networks Iberia. Y quiere poner de relieve que personas y máquinas estarán más unidas que nunca. En 2010, habrá 14.000 millones de dispositivos conectados entre si, desde los propios PC hasta GPS, iPod, móviles. Eso va a hacer que las comunicaciones se tripliquen de 2006 a 2009.
En ese futuro blade runneriano, algunos como el presidente de Alcatel-Lucent Iberia, Alfredo Redondo, aventura ya la web 3.0, en la que la mitad de los usuarios se conectarán a la red en 2010 a través de un avatar, una especie de álter ego virtual.
Pero como todo cambia para seguir igual, algunos como Arturo Dopico, presidente del cableoperador gallego R, hacen hincapié en que lo importante seguirán siendo los contenidos. Y se preguntan si, como ha ocurrido hasta ahora, ganará el porno.

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