El Globalisation Institute, un influyente think tank independiente con sede en Bruselas, ha emitido un informe claro y conciso para la Comisión Europea, de lectura bastante recomendable, en el que recomienda la prohibición de la venta conjunta de ordenadores y sistemas operativos (vía Slashdot). En el informe se pone de manifiesto cómo la venta conjunta de ordenadores con sistemas operativos preinstalados va en contra del interés común e impide de facto la competencia con otros sistemas operativos alternativos, convirtiéndose así en un freno de cara al progreso tecnológico. El sistema operativo es el único componente del ordenador en el que los fabricantes y los clientes no cuentan con verdaderas alternativas, lo que lo convierte en un monopolio antinatural: en procesadores, Intel compite con AMD. En memorias, existe una amplia variedad de fabricantes. En discos duros, Seagate compite con Western Digital o Hitachi… En el sistema operativo, en cambio, el cliente medio que entra en una tienda a adquirir un ordenador, no tiene prácticamente otra alternativa más que pagar por Microsoft Windows, dando lugar a un monopolio que impide una competencia real de la que el mercado debería beneficiarse.
El informe resalta la no existencia de alternativas significativas para ordenadores estándar:
“There is no meaningful competition between operating systems for commodity computers. Microsoft’s dominant position is not in the public interest. It limits the market and has slowed technical development to the prejudice of consumers (…) The Windows monopoly imposes an extra cost on virtually every EU business, as the price of operating systems would drop in a more competitive market. Moreover, there are other costs: some argue that support costs are higher for Windows than other operating systems, particularly when one considers security vulnerabilities that have plagued Windows systems. Encouraging competition would help EU businesses, lowering their costs.”“No existe una competencia significativa entre sistemas operativos en ordenadores estándar. La posición dominante de Microsoft no favorece el interés del público. Limita el mercado y ha retrasado el desarrollo tecnológico en perjuicio de los consumidores (…) El monopolio de Windows impone un coste extra en cada una de las empresas europeas, puesto que el precio de los sistemas operativos sería más bajo en un mercado competitivo. Además, existen otros costes: algunos sostienen que los costes de soporte son más elevados en Windows que en otros sistemas operativos, particularmente cuando se consideran las vulnerabilidades de seguridad que han plagado los sistemas Windows. Promover la competencia ayudaría a las empresas europeas, disminuyendo sus costes.”
Las diferentes opciones para llevar a cabo la acción de separación acarrean, sin embargo, problemas operativos: que los fabricantes propongan una gama de opciones, por ejemplo, aunque adecuada para la venta a través de Internet, choca con la logística de la distribución, que no podría almacenar todas las opciones. La posibilidad de dar la opción de mantener Windows en el primer arranque acompañada de un descuento posterior si el cliente decide desinstalarlo parece burocrática y arbitraria en la determinación del descuento. La opción recomendada, por tanto, es la venta separada de ordenador y sistema operativos, acompañada de los correspondientes discos de instalación con los diferentes drivers necesarios, lo que provocaría que los fabricantes compitiesen en ofrecer un número amplio de opciones, en lugar de simplemente etiquetarse como “compatibles con Windows”. El argumento de que este sistema favorece la piratería se ve contrarrestado por la existencia de sistemas de activación por software que impiden la instalación de un sistema operativo en múltiples máquinas, un sistema que Microsoft ya utiliza y que ha funcionado perfectamente en casos como los de Adobe o Symantec.
El informe es la iniciativa más fuerte proveniente de un think tank independiente y respetado, en el sentido de luchar contra las estrategias anticompetitivas basadas en bundling de Microsoft. Las conclusiones apuntan que durante más de veinte años, Microsoft ha disfrutado de un monopolio en el mercado de los sistemas operativos, que el Comisionado para la Competencia en la Unión Europea ha expresado su interés por ver una mayor competencia en este segmento, y que la medida propuesta podría conseguirla, dando lugar así a un mercado más competitivo, mayores posibilidades de elección para el cliente, y precios más reducidos.
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