La actualización silenciosa que Microsoft vino realizando a finales de este verano sin pedir autorización al usuario, ha tenido un curioso efecto secundario: los usuarios de la utilidad de Reparación de XP no han podido actualizar desde entonces sus sistemas.
La utilidad de Reparación sólo puede realizarse a partir de los discos originales de Windows XP y se utiliza cuando, por alguna razón, XP deja de arrancar. Esta funcionalidad deshace parches y actualizaciones y vuelve muchos ficheros del sistema a su estado inicial original. A partir de ahí pueden volver a instalarse parches y actualizaciones.
O al menos así acostumbraba a ser, hasta que Microsoft instaló subrepticiamente en los sistemas sus nuevos ejecutables para Windows Update (WU), versión 7.0.600.381...
Según informa hoy Windows Secrets, ahora, tras utilizar la utilidad de reparación, Windows Update descarga los nuevos ejecutables WU, algunas de cuyas DLL no se registran correctamente en el sistema, lo que impide completar la instalación de unos 80 parches y actualizaciones, aún después de que se hayan descargado correctamente al ordenador.
La "solución" temporal consiste en registrar siete DLL "a mano", tapando así el fallo del programa de instalación.
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