Todo empezó con un reportaje publicado el pasado mes de abril por The New York Times explicando cómo Apple había venido desarrollado una serie de estrategias para reducir en millones de dólares su carga fiscal en Estados Unidos.
A partir de ese momento la lista de gigantes tecnológicos dados a la evasión de impuestos en el país que salió a la luz no hizo más que aumentar. Google habría reducido sus impuestos en más de 3.000 millones de dólares en los últimos tres años
Por su parte Amazon, que generó unas ventas de más de 3.000 millones de libras en el país el año pasado, no pagó ningún impuesto sobre sociedades por los beneficios alcanzados y está siendo investigada.
También Microsoft y Hewlett-Packard salieron a la palestra acusados de utilizar sus unidades en el extranjero para evitar pagar impuestos sobre ingresos por miles de millones de dólares.
El Senado estadounidense ha descrito esta evasión fiscal en el sector tecnológico como algo totalmente desenfrenado y quiere adoptar medidas firmes para acabar con el fiasco.
En esta dirección, el Gobierno Federal estudia ahora formas de detener a las multinacionales con operaciones en Australia, como Google, en el uso de complicados métodos de evasión de impuestos en aquel país y forzar a las grandes organizaciones a hacer pública y disponible su información fiscal.
Sin embargo, los métodos utilizados por estas grandes organizaciones son perfectamente legales de acuerdo con la Australian Taxation Office (ATO), según informa ZDNet.
No obstante, el Asistente del Tesorero, David Bradbury, se ha comprometido a mejorar la transparencia del sistema de impuestos de los negocios en Australia a través de la creación de un grupo de trabajo especial que permitirá a la Tesosería explorar las operaciones de las multinacionales para determinar qué impuestos federales deben ser revelados como públicos.
De momento, la medida no afectará ni a pymes ni a particulares.
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