Tres veces más energía en el mismo espacio que ocupan las baterías actuales y con tiempos de carga tres veces menores. El futuro pinta bien para la autonomía de nuestros dispositivos móviles
Tablets, teléfonos, cámaras… y vehículos eléctricos que se beneficiarán de una sustancial reducción del tamaño de las baterías (con un tercio del tamaño de una actual tendríamos la misma autonomía) o bien de triplicar la duración de la misma. Y en ambos casos con unos tiempos de recarga un 33% menores que en la actualidad.
Todo esto gracias a la revolución en la tecnología de baterías de iones de litio que nos permitirá (de nuevo) medir en días en lugar de horas la vida de nuestros dispositivos alejados de un enchufe.
En la actualidad el intercambio de iones positivos de litio entre láminas microscópicas de grafito de carbón es lo que produce energía, pero conforme estas láminas envejecen se reduce su capacidad, degradándose y ofreciendo poco a poco una menor autonomía y descendiendo su capacidad de recarga, especialmente en la última generación de baterías de litio y silicio en las que se ha reemplazado el ánodo de cobalto, altamente tóxico.
De ahí la importancia de este estudio publicado en Nano Rersearch en que se detalla el acance efectuado por el equipo liderado por el profesor Chongwu Zhou, de la Escuela de Ingeniería Viterbi, quien ha empleado nano tubos de silicio poroso que no pierden su capacidad de recarga con el tiempo y el uso. Además esta nueva estructura de fabricación de baterías no sería demasiado complicada de desarrollar y podría estar disponible en el mercado en un plazo tan corto como dos o tres años.
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