Una importante mejora en el posicionamiento que ofrecen los GPS convencionales, nada menos que del 90%, tiene su origen y desarrollo en Madrid.
Investigadores de la Universidad Carlos III (UC3M) han creado un sistema que mejora la precisión de los dispositivos GPS comerciales y, además, este sistema "puede integrarse a un coste muy reducido en cualquier vehículo", asegura en una nota.
El prototipo, que han presentado los los grupos de Inteligencia Artificial Aplicada (GIAA) y el Laboratorio de Sistemas Inteligentes (LSI) de la UC3M, integra la señal de un GPS convencional con las de otros sensores -tres acelerómetros y tres giróscopos, para medir los cambios en la velocidad y maniobras que realiza el vehículo- para reducir el margen de error en la ubicación.
Después, todo se conecta a un ordenador que posee una aplicación encargada de fusionar los datos y corregir el error en las coordenadas geográficas.
El margen de error de un GPS comercial como los que se utilizan en los coches es de unos 15 metros en campo abierto, pero en entornos urbanos puede desviarse unos 50 metros, a lo que se añaden otos problemas como la pérdida de conexión con los satélites en los túneles. Con el nuevo prototipo se ha logrado asegurar un posicionamiento del vehículo entre 1 y 2 metros en entornos urbanos.
"Hemos conseguido mejorar el posicionamiento de un vehículo en casos críticos entre un 50% y un 90%, dependiendo del grado de degradación de las señales y el tiempo que afecta la degradación al receptor GPS", indica David Martín, investigador del LSI.
Los planes de este grupo de investigadores, formado por Enrique David Martí, David Martin, Jesús García, Arturo de la Escalera, José Manuel Molina y José María Armingol, pasan por estudiar el desarrollo de un sistema que aproveche los sensores integrados en los 'smartphones'.
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