Los episodios de menstruación dolorosa, que en algunos casos incluso obligan a ausentarse del trabajo o la clase, pueden mitigarse eficazmente con el uso de la píldora anticonceptiva. Por primera vez, un estudio consistente se atreve a aventurar sin lugar a dudas el efecto calmante de este método anticonceptivo hormonal oral durante la regla de las mujeres. Estos resultados, publicados en el último número de Human Reproduction, se fundamentan en el trabajo con mujeres en edad fértil durante tres décadas. La doctora Ingela Lindh y su equipo de la Universidad de Göteborg (Suecia) demostraron que las mujeres que utilizan la píldora sufren menos dolor que aquellas que no lo hacen, gracias al estudio realizado con la ayuda de más de 1.400 mujeres y que empezó en 1981.
En ese año se examinó a medio millar de mujeres de 19 años, a las que se preguntó sobre su historial reproductivo y su patrón menstrual. Y, sobre todo, sobre su uso de la píldora y el dolor que sufrían por culpa de la regla. Se les pidió que graduaran la importancia del dolor que sufren, que describieran cómo afectaba a su actividad diaria y si se veían obligadas a tomar analgésicos. Un lustro después, cuando estas mujeres cumplieron 24 años, se les realizó el mismo cuestionario. Otros dos grupos de medio millar de mujeres de 19 años se seleccionaron en 1991 y 2001 para repetir la misma pauta de trabajo.
El resultado ha sido concluyente. "Hemos descubierto que hay una diferencia significativa en la gravedad de la dismenorrea [menstruación dolorosa] dependiendo de si la mujer usa o no píldora anticonceptiva", explica en una nota la responsable del estudio. También prueba que el dolor que sufren las mujeres en esos días se mitiga con el paso de los años y que aquellas que han parido también padecen menos dolores. Sin embargo, es más importante la reducción del dolor que proporciona la píldora que la del paso de los años.
El dolor menstrual, que afecta a entre el 50% y el 75% de las jóvenes, provoca la pérdida de 600 millones de horas de trabajo y más de 1.500 millones de euros al año sólo en EEUU.
En ese año se examinó a medio millar de mujeres de 19 años, a las que se preguntó sobre su historial reproductivo y su patrón menstrual. Y, sobre todo, sobre su uso de la píldora y el dolor que sufrían por culpa de la regla. Se les pidió que graduaran la importancia del dolor que sufren, que describieran cómo afectaba a su actividad diaria y si se veían obligadas a tomar analgésicos. Un lustro después, cuando estas mujeres cumplieron 24 años, se les realizó el mismo cuestionario. Otros dos grupos de medio millar de mujeres de 19 años se seleccionaron en 1991 y 2001 para repetir la misma pauta de trabajo.
El resultado ha sido concluyente. "Hemos descubierto que hay una diferencia significativa en la gravedad de la dismenorrea [menstruación dolorosa] dependiendo de si la mujer usa o no píldora anticonceptiva", explica en una nota la responsable del estudio. También prueba que el dolor que sufren las mujeres en esos días se mitiga con el paso de los años y que aquellas que han parido también padecen menos dolores. Sin embargo, es más importante la reducción del dolor que proporciona la píldora que la del paso de los años.
El dolor menstrual, que afecta a entre el 50% y el 75% de las jóvenes, provoca la pérdida de 600 millones de horas de trabajo y más de 1.500 millones de euros al año sólo en EEUU.
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