La llegada de la primera nave privada a la Estación Espacial Internacional (ISS) tendrá que esperar. SpaceX, la compañía estadounidense que debía realizar el viaje el 7 de febrero, anunció ayer que la misión ha sido retrasada por razones técnicas y sin que por ahora haya nueva fecha para llevarla a cabo, informó ayer AFP. La empresa sigue ahora perfeccionando su vehículo espacial y discute con la NASA una nueva fecha para el despegue, según explicó un portavoz de la compañía.
Las causas exactas del retra-so no se han especificado. La cápsula Dragon de SpaceX tenía previsto usar paneles solares como principal fuente de energía para el acercamiento y acoplamiento con la ISS, algo que nunca se ha realizado hasta el momento.
Esta misión de SpaceX se esperaba con expectación, ya que pondría a prueba un avanzado sistema privado para transportar mercancías y astronautas a la ISS. Por el momento, el único vehículo que puede llevar tripulantes a la base espacial es el Soyuz ruso. EEUU y su agencia espacial quieren evitar esta dependencia subvencionando a empresas aeronáuticas que le sirvan de taxistas espaciales. Entre los destinatarios de esas ayudas económicas, SpaceX es uno de los más avanzados. En 2010 la empresa, creada por el magnate de internet Elon Musk, se convirtió en la primera entidad privada en lanzar una cápsula al espacio y lograr que retornara sin incidentes. Aquel vehículo era el Dragon, que esta vez tenía planeado volar hasta la ISS, a unos 360 kilómetros de altura, gracias a un cohete Falcon 9, y, más difícil todavía, realizar el primer acoplamiento de prueba con uno de los módulos de la ISS, una plataforma internacional desarrollada por las agencias espaciales de EEUU, Rusia, Europa, Japón y Canadá.
Las causas exactas del retra-so no se han especificado. La cápsula Dragon de SpaceX tenía previsto usar paneles solares como principal fuente de energía para el acercamiento y acoplamiento con la ISS, algo que nunca se ha realizado hasta el momento.
Esta misión de SpaceX se esperaba con expectación, ya que pondría a prueba un avanzado sistema privado para transportar mercancías y astronautas a la ISS. Por el momento, el único vehículo que puede llevar tripulantes a la base espacial es el Soyuz ruso. EEUU y su agencia espacial quieren evitar esta dependencia subvencionando a empresas aeronáuticas que le sirvan de taxistas espaciales. Entre los destinatarios de esas ayudas económicas, SpaceX es uno de los más avanzados. En 2010 la empresa, creada por el magnate de internet Elon Musk, se convirtió en la primera entidad privada en lanzar una cápsula al espacio y lograr que retornara sin incidentes. Aquel vehículo era el Dragon, que esta vez tenía planeado volar hasta la ISS, a unos 360 kilómetros de altura, gracias a un cohete Falcon 9, y, más difícil todavía, realizar el primer acoplamiento de prueba con uno de los módulos de la ISS, una plataforma internacional desarrollada por las agencias espaciales de EEUU, Rusia, Europa, Japón y Canadá.
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