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2012/01/20

La película que la NASA no quiere que veamos

Existe una película cuya difusión está vetada por la NASA. Pero para desilusión de fans de las conspiranoias sobre montajes lunares y contactos alienígenas, no se trata de nada de esto. La película es simple ficción, pero incluso antes de que el público haya podido verla, ya es una pieza histórica por ser el primer filme de ciencia-ficción rodado en el espacio. El motivo de la NASA para bloquear la exhibición de Apogeo del miedo, un cortometraje de ocho minutos, es simplemente que a la muy seria y archiburocrática agencia su contenido le parece "demasiado juguetón"; en suma, que no transmite "su mensaje", informa Space.com.
Las anteriores palabras son del autor de la cinta, el multimillonario, hijo de astronauta, magnate de los videojuegos y turista espacial Richard Garriott, más conocido en el mundo virtual por su nick, Lord British. En 2008 Garriott gastó más de 23 millones de euros de su bolsillo para convertirse en el sexto pasajero de pago en la Estación Espacial Internacional (ISS). Allí compartió órbitas durante 12 días con tres cosmonautas rusos y dos astronautas de la NASA, y rodó Apogeo del miedo.

La película no fue una ocurrencia de Garriott mientras flotaba por las tripas de la ISS. El proyecto había sido minuciosamente concebido y preparado antes del despegue bajo el nombre en clave Ícaro. Garriott encargó el guión a la novelista Tracy Hickman y antes del viaje se produjeron varias partes, como la animación de la Soyuz abandonando la ISS y un falso tráiler de Los cinco magníficos más uno, inexistente largometraje protagonizado por los cinco tripulantes de la estación, al estilo de lo que hizo Robert Rodríguez abriendo su Planet Terror con una falsa promoción de Machete.
En la ISS se rodó el resto. La trama: Garriott parte hacia la Tierra en compañía de dos de los ocupantes rusos. Los estadounidenses le despiden afablemente, pero después de la partida se felicitan por haberse librado de él. Sin embargo, una semana después comentan que le echan de menos. Entonces el tripulante ruso entra en escena y anuncia que el consumo de oxígeno en la ISS es anormalmente alto. "Quizá sean alienígenas", responde uno de los estadounidenses. ¿El final? Es secreto.
Garriott confía en que finalmente la NASA apruebe su exhibición pública. No cree que la agencia quiera prohibir la cinta, sino que simplemente "la respuesta por defecto es no".

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