"Todavía no estoy en el espacio. Espero viajar el 3 de diciembre". Es uno de los últimos comentarios del humanoide Robonaut 2 (R2) en su cuenta de Twitter. El nombre es un homenaje a su alter ego de Star Wars. R2 es un androide de fibra de carbono y aluminio. Brazos extensibles. Cabeza dorada. Sesenta centímetros de altura y 136 kilos de peso.Su masa cerebral está compuesta por 38 procesadores alojados en su torso
Este humanoide de última generación será el primer robot de la historia que viaje al espacio para ayudar a las labores de mantenimiento de la Estación Espacial Internacional (EEI). Una fuga de combustible en su sistema operativo obligó a posponer su viaje (previsto para el 5 de noviembre) y la fecha definitiva para su puesta en órbita será el 3 de diciembre.
Robonaut 2 viajará a bordo del Discovery y los ingenieros examinarán sus capacidades antes de asignarle tareas. R2 piensa con el estómago. Su masa cerebral está compuesta por 38 procesadores alojados en su torso. Y observa a través de los labios. Un punto de infrarrojos situado en la boca y cuatro cámaras alojadas tras un cristal ahumado a la altura de los ojos componen su campo de visión.
Objetivos
Los astronautas pondrán a prueba las capacidades de R2 con un ambicioso fin: perfeccionar el prototipo hasta que tenga autonomía para salir al exterior de la estación y ayudar a los astronautas a hacer reparaciones o trabajos científicos. Este objetivo será la segunda fase del proyecto, porque Robonaut sólo viajará al espacio de cintura para arriba. La NASA perfecciona unas extremidades inferiores que le proporcionarán un aspecto más humano.
"Este prototipo es el ejemplo de que la próxima generación de robots puede funcionar en la Tierra y en el espacio, no como sustitución de los humanos, sino como un compañero que desarrolle tareas de apoyo clave". El director de la oficina de Sistema de Integración de Exploración de la NASA, John Olson, confía en que el proyecto se convierta en el principio de una nueva era de exploración espacial para estudiar objetos cercanos a la Tierra como asteroides, cometas y, eventualmente, viajar a Marte.
La NASA fantasea con misiones espaciales sin humanos y con humanoides. El coste de ir a la Luna hace 41 años fue de 162.000 millones de dólares y la agencia espacial estadounidense estima que una misión lunar con R2 costaría alrededor de 180 millones de euros. Un ahorro aproximado de 100.000 millones de euros. Y menos riesgos: Robonaut 2 no tendría que realizar el viaje de vuelta.
El objetivo es complicado pero factible: la NASA calcula que el androide podría alcanzar la Luna en un plazo aproximado de mil días. Su presentación en Twitter es esclarecedora: "Soy un robot diseñado para asumir riesgos demasiado grandes para los humanos".
Evolución
La historia de Robonaut 2 se remonta a 1997, cuando la NASA pensó en construir un humanoide que pudiera ayudar a los astronautas para realizar tareas rutinarias y peligrosas. El resultado fue R1, su hermano pequeño, un prototipo de androide que podía realizar tareas de mantenimiento o ser instalado en una plataforma con ruedas para explorar la superficie de la Luna o Marte.
Sin embargo, R1 no pasó de ser un prototipo y el proyecto se paralizó en 2006, hasta que ese mismo año la compañía General Motors quiso participar en la creación del robot y un año más tarde suscribió una alianza con la NASA.
El mayor satélite del mundo
Los servicios secretos de EE UU tendrán en breve un poderoso aliado en el espacio: el satélite de espionaje NROL-32, el mayor del mundo, despegó la noche del domingo para entrar en órbita con una misión estrictamente secreta, según fuentes de la Oficina Nacional de Reconocimiento. "El satélite consta de receptores de precisión y de una antena con un diámetro de 100 metros", según explicó el experto espacial Ted Molczan. Sobre sus tareas, se cree que realizará escuchas masivas desde una órbita geoestacionaria a 36.000 kilómetros de altura, informa Dpa.
20minutos
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