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2010/11/22

Irlanda, el euro y los paraísos fiscales

La misión conjunta de la Union Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) en Dublin está chocando con un obstáculo.
La República de Irlanda se niega a aumentar el impuesto a las corporaciones, uno de los pilares del llamado modelo irlandés.
"Esto no es negociable", dijo el ministro de Finanzas Brian Lenihan.
Según la República de Irlanda la política impositiva irlandesa está protegida por el Tratado de Lisboa, uno de los pilares legales de la UE.
Alemania y Francia, los principales contribuyentes europeos a un rescate, consideran que la tasa impositiva para las corporaciones de un 12,5%, muy por debajo de la media europea, es una ventaja desleal sobre el resto de la eurozona y ha contribuido al gigantesco déficit fiscal irlandés.
En juego están unos 100.000 millones de euros, la salud de importantes bancos europeos y la estabilidad del euro, la moneda única que rige para 16 países de la UE.

Irlanda, los bancos y el euro

Irlanda está gastando un 12% más de lo que recauda.
Además el gobierno se comprometió en septiembre de 2008 a garantizar toda la deuda del Banco Anglo irlandés y otras cinco instituciones.
Con el agregado de esta deuda bancaria, que algunos estiman hoy en 80.000 millones de euros, el déficit fiscal es de un 32% del Producto Interno Bruto (PIB).
Y el peligro es que la crisis bancaria y la del déficit terminen propagándose al resto de la UE por dos vías de transmisión: los bancos y los países del euro con problemas fiscales.
Según el Bank for International Settlements, organización que aglutina a los bancos centrales de 56 países, los bancos europeos tienen una exposición de unos 650 mil millones de euros en préstamos, bonos y otros tipos de deuda concedidos a la banca irlandesa durante la burbuja inmobiliaria que explotó en 2008.
Pero además de este riesgo financiero, la crisis ha encarecido los préstamos a otros países con dificultades fiscales como Portugal y España.
Portugal, considerado el próximo país en la mira da los mercados financieros, está pagando un 1,5% más de interés que el mes pasado.
El gobierno de Irlanda dice que tiene 20.000 millones de euros de reservas lo que le asegura el financiamiento hasta mediados del año próximo: la crisis es una "sobrereacción" de los mercados.
Pero esta semana los ministros de Finanzas de la eurozona y los de la UE dejaron en claro que es necesario dar una señal ya mismo para evitar que la crisis de Irlanda desestabilice a otros países con problemas fiscales.

¿Paraíso fiscal?

El gobierno de Irlanda, que se había resistido a negociar sobre el tema, parece aceptar ahora esta evaluación de la EU.
"La intención y la expectativa es que las negociaciones serán efectivas y que habrá un préstamo sobre la mesa", señaló este jueves el presidente del banco central Patrick Honohan.
Se está hablando de un paquete conjunto de la UE y el FMI de unos 100.000 millones de euros.
El problema es que toda ayuda viene con condiciones.
En este caso Irlanda tendría que comprometerse a un fuerte ajuste fiscal.
Y Alemania y Francia quieren que, como parte del ajuste, Irlanda aumente el impuesto a las corporaciones que hoy es del 12,5% muy por debajo de la media europea que es de más del 20%.
Según Irlanda es una parte esencial de un modelo que pareció un ejemplo para el mundo durante mucho tiempo con un crecimiento anual del 6,5%.
En dialogo con BBC mundo John Christensen, secretario general de Tax Justice Network International, calificó a Irlanda de paraíso fiscal.
"Irlanda es una víctima de esta política económica que se basaba en atraer a empresas extranjeras en base a una bajísima política impositiva. La tasa es mucho menor que el 12,5% oficial. Pero esta política tiene patas cortas porque países del este europea como Polonia y Estonia ofrecen hoy más ventajas impositivas", indicó Christensen.

El tigre celta no ruge

Un ejemplo de esta erosión de la ventaja competitiva fue la decisión de Dell en 2009 de trasladar su producción a Polonia como parte de una reducción de costos de unos US$ 3 mil millones.
A pesar de datos como éste, las autoridades irlandesas insisten en que el tigre celta sigue rugiendo.
"Es nuestro mejor año en los últimos siete años", indicó al The Economist Barry O´Leary, directo de IDA, la agencia gubernamental que promociona la inversión extranjera.
Según el semanario, Irlanda está atrayendo una nueva generación de firmas, como Activision Blizzard, una compañía de juegos de computadora.
"Irlanda tiene una gran ventaja por su mercado laboral flexible y muy calificado. Si Grecia y Portugal tuvieran la misma estrategia no atraerían la inversión extranjera", señaló a BBC Mundo Megan Greene de la Unidad de Inteligencia del The Economist.
Si el modelo ha sido algo más que un espejismo montado sobre un gran castillo de arena especulativo, es tema de debate.
Lo que no cabe duda es que, por el momento, su futuro depende de la pulseada entre Irlanda, la UE y el FMI.

BBC Mundo

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