La agencia espacial estadounidense planeaba lanzar el Telescopio Espacial James Webb (JWST, en inglés) en 2014 a bordo de un cohete diseñado por la Agencia Espacial Europea (ESA). Pero eso no sucederá hasta 2015 y sólo si se aumenta su presupuesto en 1.500 millones de dólares (unos 1.100 millones de euros) hasta una cifra total de 6.500 millones. Así lo ha dictaminado el panel de expertos a los que la NASA pidió que analizasen si los encargados de construir el ingenio estaban haciendo las cosas bien.
El veredicto, publicado anteayer por la NASA, es que, mientras la tecnología del instrumento marcha sin problemas, los encargados de gestionar su construcción se han dormido en los laureles.
El JWST está llamado a ser el sucesor del Hubble, el actual telescopio espacial de la NASA y la ESA. Será un buque insignia de ambas agencias y sus lentes, cien veces más potentes que las del Hubble y con capacidad para ver la luz infrarroja, escrutarán el universo lejano con una definición inusitada. La NASA aprobó el proyecto en 2008 con fecha de lanzamiento para junio de 2014.
El informe, capitaneado por John Casani, asesor del director del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, señala que el telescopio saldrá con 15 meses de retraso, no antes de septiembre de 2015.
Los sobrecostes, que tendrán que ser subsanados con nuevas inyecciones de dinero en un momento de crisis, se deben a la mala gestión entre la NASA y el Centro Espacial Goddard, que capitanean la misión, según el informe.
La nota positiva es que, a juicio de los nueve expertos que han redactado el documento, la tecnología en la que se basa el JWST, con 18 espejos hexagonales, es fiable y avanza como debería.
Reorganización
Tras conocer el informe, el director de la NASA, Charles Bolden, ha dado un puñetazo en la mesa. "Nadie está más preocupado que yo por la situación en la que estamos metidos", dijo anteayer en un comunicado. El jefe de la agencia estadounidense ya está trabajando en la reorganización del equipo y ha nombrado un nuevo jefe para el proyecto.Pero el problema más urgente es el presupuesto, en un año en el que la NASA afronta importantes recortes de personal por la retirada de sus transbordadores espaciales y por la cancelación del proyecto Constellation para ir a la Luna y Marte.
El proyecto del JWST necesitará al menos 200 millones de dólares en 2011 y 2012 para poder seguir adelante, algo que, por ahora, no está garantizado. "Dudo que vayamos a conseguir esos 200 millones", explicó el martes Chris Scolese, número tres de la agencia, en referencia al año 2011. Scolese dijo que la NASA está aún pergeñando cómo subsanar el problema, pero advirtió de que la falta de fondos afectará también a otras misiones que deberán apretarse el cinturón para permitir que el JWST salga hacia el espacio.
Hubble
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