El análisis del observatorio compara datos hasta 2008, antes del inicio de la crisis económica, y cifra en el 8,3% el porcentaje de españoles de entre 15 y 64 años que dice haber consumido cocaína al menos una vez en su vida. La cifra dobla la media europea, del 4,1%, y sólo es superada por el dato de Reino Unido, que encabeza el ranking con un 9,4%. Los españoles (población general) figuran por encima de los británicos en el consumo en el último año (3,1% frente a 3%), si bien esta estimación no recoge la reducción anunciada la semana pasada por la ministra de Sanidad, Leire Pajín, que sitúa el porcentaje en el 2,6% y constituye la primera caída de prevalencia registrada en los últimos 15 años. España, eso sí, mantiene su condición de puerta de entrada de droga a Europa junto con los Países Bajos. Entre los jóvenes, la prevalencia en el último año asciende al 5,5%, frente al 6,2% declarado por Reino Unido.
Un dato "preocupante"
El informe recuerda que, a pesar del descenso en el consumo que indican las encuestas, la cocaína sigue siendo una amenaza tan mortífera como silenciosa. Así, recoge que cada año se notifican en Europa mil muertes relacionadas con la cocaína, "habiéndose producido un marcado aumento en España y Reino Unido", sin concretar. El informe considera la cifra "preocupante" y estima que está muy por debajo de las cifras reales, ya que hay "problemas de infranotificación del papel de la cocaína en las muertes de consumidores que tenían problemas cardiovasculares previos"."Las muertes causadas por la cocaína son un fenómeno mucho más complejo que el de las sobredosis por opiáceos", como la heroína, porque sus manifestaciones clínicas no son tan claras, según el OEDT. "La mayoría de las muertes están causadas por accidentes cardiovasculares y cerebrovasculares que no dependen de la dosis", señala, recordando que en muchas ocasiones no se ordenan análisis forenses para tratar de esclarecer la causa.
Según datos del Plan Nacional sobre Drogas, la cocaína estaba presente en el 67% de los fallecidos por reacción aguda a sustancias psicoactivas en 2007, lo que no quiere decir que fuera la causa única de los fallecimientos. El número de muertos ese año por reacción a sustancias psicoactivas fue de 475.
Para el jefe de la Unidad de Patrones de Consumo y Consecuencias del OEDT, el español Julián Vicente, "la tradición de vida nocturna" en Reino Unido y en España puede explicar que encabecen la lista de consumo de cocaína. "La socialización tiene lugar mayoritariamente en bares y discotecas", mientras que "en otros países son más habituales otros tipos de socialización, como ir a cenar a casa de amigos, por ejemplo", aseguró. Según el centro comunitario, el perfil de consumidor integrado y con una vida aparentemente normal se está imponiendo al del excluido socialmente.
En general, el número de personas que consumen drogas en Europa, incluida la cocaína, vive un incremento constante entre los de más de 40 años, entre quienes todavía se registran menos casos que en los adultos más jóvenes. Mientras que la República Checa es el país con los consumidores más jóvenes (26 años), España cuenta con los de mayor edad, ya que tienen de media 33 años.
La droga preferida por los europeos sigue siendo por el momento el cannabis. Un 10,1% de los españoles de entre 15 y 64 años reconoce haberlo tomado en el último año, sólo por detrás de Dinamarca y República Checa. Cuando los europeos echan la vista atrás, un 22,5% admite haberlo probado al menos una vez en su vida. Además de las drogas que llevan décadas implantadas en Europa, los expertos han identificado desde 2009 hasta 31 nuevas drogas, entre las que se encuentran la mefedrona y el llamado Spice, que ganan posiciones y ven en internet un canal de distribución idóneo. Así, el informe alerta del potencial que ofrecen estas nuevas sustancias, algunas de las cuales pueden tener usos legales no médicos, para la delincuencia organizada.
El efecto de la crisis
El documento alerta también del riesgo de que los preocupantes datos previos al estallido de la crisis económica empeoren bruscamente con ella. El motivo, además de la propia crisis, es la austeridad y recortes sociales planteados por una mayoría de gobiernos europeos. Según Wolfgang Götz, el director del OEDT, dos países a los que no quiso nombrar le han comunicado ya su intención de recortar los fondos dedicados a la lucha contra la droga, una medida desaconsejada por los expertos, ya que podría tener "unos costes a largo plazo muy superiores a los ahorros que pueden conseguirse a corto plazo"."Las comunidades deprimidas tienen siempre un mayor riesgo de experimentar problemas con las drogas y sufrir los daños colaterales de delincuencia e inseguridad", apunta el informe, que lamenta que "los servicios destinados a consumidores de drogas están cada vez más amenazados por los recortes presupuestarios".
Lucha contra el alcohol
Por otro lado, el informe destaca que "existe una estrecha relación entre los problemas del alcohol y las drogas", y denuncia que hay países que "ni siquiera han formulado una estratregia frente al alcohol". "Se hace evidente la necesidad de adoptar un enfoque más global que abarque tanto las sustancias ilegales como las legales, y posiblemente también otras conductas adictivas".Publico
No hay comentarios:
Publicar un comentario