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Últimamente se ha hecho mucho ruido alrededor del éxito de Apple, pero su némesis también está teniendo un año memorable. Además de lanzar un nuevo sistema operativo móvil, Microsoft la sacó del estadio en el primer año de Windows 7.
De acuerdo con la compañía (inglés), el software ha venido 240 millones de licencias en el mundo en sus primeros 12 meses (fue lanzado el 22 de octubre de 2009), lo que lo convierte en el sistema operativo que más rápido se ha vendido en la historia. El éxito seguramente se explica porque la llegada de W7 fue como darle agua a quien vagó en el desierto por 9 años.
Después del fiasco de Vista, millones usuarios de Windows en todo el mundo estaban desesperados por una actualización. Es más, a pesar del crecimiento de W7, la mayoría de los usuarios Windows sigue con la versión XP (inglés), un software que ya tiene cerca de una década.
Uno de los datos más interesantes revelados por Microsoft es que el 93% de las ventas mundiales de computadores personales nuevos llevan Windows 7 instalado. Aunque no hay estudios independientes que confirmen o contradigan esa cifra, sí hay hechos que apuntan a que el crecimiento de W7 es un fenómeno.
A junio de 2010, Microsoft había vendido 150 millones de licencias (inglés), lo que equivale a 16,6 millones de copias al mes. En el trimestre siguiente, W7 vendió 90 millones de copias, es decir 30 millones cada mes. A este ritmo, en octubre de 2011 W7 estaría instalado en 600 millones de computadores.
Con todo lo que pasó con Vista, Zune (aclaro que tengo Zune y me gusta mucho, pero no se vendió muy bien) y Windows Mobile, muchos pensaban que Microsoft sufriría una muerte lenta.
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