La Nacion
A pesar del anuncio que realizó Nokia , con una ganancia neta de 450 millones de dólares en el tercer trimestre del año, un resultado inesperadamente sólido que refuerza su lucha por el mercado de los smartphones, el nuevo presidente de la compañía, Stephen Elop, hizo una dura autocrítica y anunció la reducción de 1800 puestos de trabajo.
Elop, que cuenta con una experiencia previa en Microsoft, candiense de 46 y primer CEO extranjero en la compañía finlandesa, anunció la reducción de 1800 puestos en todo el mundo y se comprometió a un cambio a un ritmo más rápido que el actual hacia el sector de los teléfonos de última generación. "Tenemos que repensar nuestro papel y nuestra inserción en el propio sector", remarcó el ejecutivo.
"¿Qué he aprendido en el tercer trimestre? Que tenemos que mejorar en muchos frentes", sentenció cinco semanas después de su nombramiento.
"Nuestros críticos dicen que en Nokia se tarda demasiado en poner las cosas en marcha. Tenemos que hacer algo al respecto", afirmó el ejecutivo. "Contamos con los recursos necesarios para avanzar en este período de cambios. Presentaremos todas nuestras decisiones estratégicas y operativas necesarias para garantizar la satisfacción de nuestros clientes y accionistas", agregó Elop.
La facturación aumentó un cinco por ciento a 10.300 millones de euros y las acciones subieron más de un ocho por ciento a 8,38 euros.
A pesar de liderar el segmento, en los últimos dos años la empresa finlandesa perdió terreno ante el avance de los teléfonos inteligentes frente a Apple y los modelos con el sistema operativo Android de Google. Ahora las apuestas se centran en el nuevo modelo N8 y en el cambio en la cúpula de la empresa, con la presencia de Elop en reemplazo de Olli-Pekka Kallasvuo .
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