En McAllen, una pequeña ciudad de del sur de Texas, se percibe el nuevo bullicio de la actividad comercial.
Este pueblo fronterizo, tradicionalmente dedicado a la agricultura y a la exploración petrolera, empezó a despertarse de su vida rural tras la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en la década de los años 90. Pero su reciente aceleración económica es el fruto del creciente influjo de capital mexicano de los últimos dos años.
El auge ha sido tal que el año pasado la revista Forbes nombró a McAllen como una de las mejores diez ciudades de EE.UU. para la recuperación de la recesión económica.
Y los cinco kilómetros del puente sobre el Río Bravo que separan al poblado de la ciudad mexicana de Reynosa han sido testigos destacados del entusiasmo con que empresarios mexicanos han invertido en bienes raíces, comercio, la banca, manufactura y, sobre, todo los nuevos restaurantes aztecas que se pueden encontrar en prácticamente cada esquina de la ciudad.
En esta pequeña localidad se abre un promedio de dos nuevos establecimientos que sirven comida cada mes, afirmó Javier Martínez, del Centro de Apoyo Empresarial de McAllen. Unos 600 restaurantes ofrecen sus servicios a una población de 100.000 habitantes.
Testimonio: "Nos sentimos seguros"
Impacto fronterizo
En realidad, el alza de inversiones desde México de los últimos años es un fenómeno que se ha registrado en todo Estados Unidos.Cifras del Departamento de Comercio revelan que la inversión de empresas mexicanas ascendió a cerca de US$8 millones en 2008, un aumento del 55% si se la compara con 2005, cuando alcanzaron los US$3,6 millones.
Pero es en ciudades fronterizas como McAllen donde la llegada del dinero mexicano ha tenido mayor impacto. Los límites del pueblo se extienden cada día en la medida en que se siguen desarrollando complejos de viviendas de lujo que son adquiridas por los mexicanos adinerados.
"El flujo de inversión mexicana ha sido muy positivo para la región", indicó Martínez.
"Hemos visto más tráfico de clientes, la apertura de nuevos mercados. Ha beneficiado a la ciudad como atracción turística pero también con la creación de empleos y mayores ingresos tributarios", explicó.
Secreto a voces
Los mexicanos adinerados cruzan el Río Bravo atraídos por el deseo de conquistar el mercado estadounidense.Pero hay otra poderosa razón detrás del creciente flujo de dinero mexicano que es un secreto a voces en este pequeño pueblo fronterizo, donde pocos quieren hablar abiertamente sobre el tema por temor a lo que llaman mala publicidad: el darse a conocer como refugio de los empresarios que escapan al auge de la violencia en México.
"Ahorita todo el mundo viene a hacer sus negocios aquí por lo mismo. Es muy triste pero es la realidad", se atrevió a comentar Sandra Castillo, empleada del restaurante El Mesón del Taco, establecimiento que abrió hace apenas un año en una de las calles principales que atraviesan a McAllen de norte a sur.
"Hay mucha extorsión en México", agregó Castillo."La gente trata de venir hacia acá a hacer sus negocios y por el bienestar de sus familias".
Y Rodolfo Esparza, encargado de montacargas de una bodega situada en las afueras de McAllen, le dijo a BBC Mundo que "los que vienen por seguridad son los negocios que están en la frontera, aquí cerquita, y que normalmente dependían del turismo".
De este lado
La creciente ola de violencia debido al narcotráfico en México ha afectado principalmente a los empresarios cuyos negocios operaban en pueblos fronterizos como Reynosa.Hace unos meses, el consulado de EE.UU. en Matamoros cerró temporalmente la agencia consular de Reynosa después de una serie de enfrentamientos armados entre narcotraficantes en esa ciudad.
Jesús Martínez, propietario del restaurante El Pastor Grill, afirmó que la intensa militarización del otro lado de la frontera ha ahuyentado a los estadounidenses que en el pasado constituían más del 50% de su clientela en el establecimiento que operaba en Reynosa.
El empresario se quejó de la presencia "a la entrada de México, de los soldados con sus armas, recibiendo al turismo" y de lo que calificó del "amarillismo" de la prensa que ha causado mayor alarma de la merecida.
"Ahora que la situación en México se puso más difícil, buscamos la manera y trajimos nuestro negocio a este lado", declaró Martínez quien hace un año que abrió en McAllen su restaurante de comida mexicana gourmet.
"McAllen ha sido una ciudad muy beneficiada porque mucha de la gente que también vivía del lado mexicano de la frontera y que eran nacidos de este lado ya no están viviendo en México, se han cambiado a vivir de este lado", reconoció el empresario.
¿Tendencia natural?
Uno de los principales testigos del crecimiento registrado en McAllen es Elio José Botello, quien vive en la ciudad desde hace más de dos décadas y es presidente de Produce Terminal Market, una red de bodegas donde los comerciantes mexicanos almacenan sus productos para exportar a México o para importar a EE.UU.Su empresa ha registrado un crecimiento tal en los últimos dos años que Botello ha abierto otra localidad de almacenes, el Warehouse Kingdom.
Pero el empresario insiste que el flujo de capital mexicano no es el producto del incremento de la violencia del otro lado de la frontera.
"Esa tendencia es natural desde hace mucho tiempo, con o sin violencia", expresó Botello. "Puede haber un incremento en eso (la falta de seguridad) pero es más bien para darle seguridad a sus familias".
En su opinión, esta ciudad texana es el lugar ideal para los comerciantes del vecino país que buscan ampliar sus horizontes.
"McAllen es atractiva y adecuada para hacer negocios", le dijo Botello a BBC Mundo. "Este es el cruce más importante de todos los productos, de frutas y vegetales que se importan desde México y aquí está establecida gran parte de los exportadores mexicanos".
¿Y la violencia en México? "Los medios publicitarios lo han exagerado", aseguró. Hay más violencia en Detroit. Muchas ciudades de Estados Unidos son más violentas".
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