ABC
La policía de Sudáfrica halló cuatro cadáveres acribillados a balazos en una mina de oro que pertenece a una sociedad formada por un nieto de Nelson Mandela y un sobrino del actual presidente sudafricano, Jacob Zuma, confirmó hoy una portavoz policial.
Según la coronel Noxolo Kweza los cadáveres fueron hallados este jueves en una galería abandonada de la mina Grootvlei, situada al sudeste de Johannesburgo, y que pertenece a la empresa Aurora Empowerment Systems, cuyos dueños son Khulubuse Zuma y Zondwa Mandela.
"Los efectivos de la policía han sacado a la superficie cuatro cadáveres, no se han encontrado otros restos (mortales) y la investigación continúa", dijo Kweza en respuesta a preguntas de los periodistas sobre la veracidad de que los muertos en la mina eran alrededor de veinte.
Kweza agregó que "los agentes policiales continuaron hoy la búsqueda en todos los lugares posibles de la mina pero no encontraron nada" más.
La Policía comenzó la investigación después de que el periódico "Sowetan" -citando fuentes propias- informara en la víspera de que veinte mineros habían muerto en un tiroteo con guardias de seguridad dentro de la mina.
Según el matutino, el de mayor venta entre la población negra sudafricana, el enfrentamiento se produjo el pasado lunes y los guardias de seguridad no informaron del mismo a las autoridades.
No ha sido esclarecido si los fallecidos eran mineros ilegales u obreros de Aurora que trabajaban por cuenta propia debido a disputas salariales con la empresa.
Aurora se hizo cargo de la mina Grootvlei, cerca de la ciudad de Benoni, tras comprarla en octubre pasado a los liquidadores de la aurífera Pamodzi Gold que fue declarada insolvente.
Los mineros de Aurora estuvieron tres semanas en huelga a principios de este año debido a que la empresa no pagaba los sueldos desde junio de 2009.
Un director de Aurora, Thulani Ngubane, defendió la acción de los guardias de seguridad que mataron a los mineros diciendo que "se trata de defender los intereses de la compañía".
"Es muy simple, si usted va allí (a la mina) y roba el oro, ¿debo yo ponerme de rodillas y rogarle que no lo haga?, no funciona de esa manera, nosotros tenemos que proteger nuestro patrimonio", dijo Ngubane, quien afirmó que los mineros ilegales "tienen armas y explosivos" y que los guardias de seguridad "no tuvieron otra opción" sino abrir fuego.
Los mineros ilegales extraen oro en condiciones artesanales de yacimientos abandonados por las empresas debido a que se han tornado improductivos para una operación comercial en gran escala.
Algunas minas abandonadas son a veces reactivadas, cuando el costo operativo se reduce a causa de un aumento substancial en el precio del oro o una caída en el de la moneda local, el rand, frente al dólar, lo cual favorece la exportación de materia primas sudafricanas.
Las compañías auríferas, coordinadas con la Policía Nacional, el Ministerio de Justicia y la Fiscalía General, tienen en marcha desde hace varios años una iniciativa para poner fin a la práctica del minado ilegal que incluye un refuerzo de la vigilancia en la entrada a los pozos de las minas y operaciones de búsqueda en otras áreas de los yacimientos.
No obstante, los mineros ilegales consiguen usualmente burlar la vigilancia pagando a los guardias y una vez que han ganado acceso a las minas permanecen durante meses en las galerías dependiendo de funcionarios corruptos o trabajadores permanentes para obtener comida y vender el oro que consiguen extraer.
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