Imagine que le den US$50 por no hacer nada. Bueno, en Nueva York un hombre está regalando un montón de dinero a cualquiera que esté dispuesto a hacer una fila por ello.
El hombre misterioso, que se hace llamar "Bailout Bill" (que en castellano la traducción podría ser "Bill el socorrista"), dijo que en medio de la crisis económica, el estadounidense común que está luchando para que el dinero le alcance hasta el final del mes se merece un rescate.
Para obtener el dinero, la gente tiene que dirigirse a la "cabina del socorro" ubicada en el corazón del famoso Times Square de Manhattan.
Se trata de un pequeño cubículo a unas cuantas manzanas de la gigantesca tienda de discos Virgin.
Todo público
Lo mínimo que cualquiera puede obtener es US$50, y lo máximo US$5.000.
No importa quién eres o a qué te dedicas, "Bailout Bill" garantiza que algo obtendrás si te presentas y cuentas tu historia.
Cientos de personas ya se han presentado -a pesar de las bajas temperaturas- para recolectar lo suyo. Algunos han permanecido en línea durante horas antes de llegar al cubículo.
Gerrard Rinemoof, de 34 años, estaba cubierto de nieve cuando recibió el efectivo.
Rinemoof le dijo a la BBC que valió la pena. "Nuestro gato está enfermo y lo tenemos que llevar al veterinario, así los US$50 me ayudan a pagar la factura".
Intención oculta
Sin embargo, quizás haya algo que "Bailout Bill" quiera a cambio, aún cuando él no lo dice explícitamente.
El personal del cubículo lleva carteles impresos con la dirección de su sitio en internet.Ellos además animan al público a que revisen la página, que se trata de un sitio de publicidad donde la gente puede colgar sus videos y avisos para vender aquello que ya no quieren.
¿Es posible entonces que "Bailout Bill" esté repartiendo miles de dólares para promover su negocio? A muchos aquí no les parece importar.
Rodríguez, que tiene 24 años, considera que el empresario tiene un gran corazón. "Básicamente, lo que necesito es pagar mis cuentas y ahorrar dinero, y esto me ayuda a hacer eso. Con mis US$50 me voy a comprar algo en McDonalds ahora".
El cubículo de socorro no termina aquí en Nueva York. En las próximas semanas, hará una parada en las ciudades estadounidenses de Washington DC, Boston y Philadelphia.
Una mujer sin casa, que no quiso dar su nombre, dijo "no tengo chaqueta, ningún lugar dónde vivir, estoy enferma. Dios bendiga este día".
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