Intel aborda una nueva etapa en su apertura al mercado móvil, fortaleciendo desde hoy la campaña de sus chips para smartphones con la alianza que acaba de sellar con el fabricante de ordenadores Acer.
Juntos van a presentar en Bangkok el nuevo smartphone Liquid C1, un dispositivo con el sistema operativo Android que se lanzará primero en Tailandia y luego se desplegará en el sudeste de Asia, uno de los mercados de más rápido crecimiento en teléfonos móviles.
“Hemos hecho un gran esfuerzo, conscientes de la necesidad de perseguir este mercado en total expansión. Ésta es una primera muestra de nuestra incursión en el negocio”, afirma Mike Bell, director de la división móvil de Intel en declaraciones telefónicas a Reuters.
Esta apuesta en el dispositivo Liquid C1 representa la línea de trabajo que se está marcando Intel para convencer a fabricantes de peso en la industria y tener una oportunidad con sus chips para móviles, dado el descenso mundial de las ventas de ordenadores personales y portátiles.
Sin embargo, los analistas opinan que todo esto muestra lo lejos que todavía tiene que llegar Intel para conseguir un equilibrio en este segmento, dominado ahora mismo por los potentes Qualcomm y Nvidia.
Intel no ha tenido más remedio que adentrase en el mercado móvil al ver caer sus ingresos un 3% en el último trimestre con las débiles ventas de PCs y una disminución constante del crecimiento de sus ingresos desde 2009.
En su nueva andadura hacia smartphones y tabletas, Intel presentó en CES 2013 la llegada de un nuevo chip de bajo consumo para la próxima generación de ordenadores portátiles ultra ligeros y tabletas convertibles. Con el lanzamiento de esta nueva línea de procesadores, Intel se ha subido al carro móvil para demostrar que tiene mucho que seguir ofreciendo.
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