Google parece estar dispuesta a cerrar cuanto antes un acuerdo con
las autoridades europeas de competencia para evitar una elevada multa
por abuso de posición dominante. Según el diario económico Financial Times,
el gigante estadounidense se ha ofrecido a hacer "significativos
cambios" en su negocio para evitar una larga batalla legal en la UE,
aunque no se precisan demasiados detalles sobre las concesiones que
habría hecho el famoso buscador.
Sin duda, Google quiere evitar que su caso acabe como el de Microsoft. Y, por ello, la compañía habría aceptado las condiciones exigidas por Bruselas en cuatro áreas clave. Aquellas que se refieren a cómo ofrece el resultado de sus búsquedas (se le acusa de dar prioridad a sus anuncios), a cómo aprovecha contenido de competidores en su propio beneficio, a los acuerdos para favorecer la publicidad de sus socios y las restricciones a que el anunciante traslade sus campañas de publicidad a otros motores de búsqueda.
La Comisión Europea ha asegurado, en este sentido, que hay un "buen nivel de entendimiento" con el buscador a sus últimas propuestas, que sentarán las bases de las negociaciones antes de que la Comisión tome una decisión final sobre si aceptarlas, informa Reuters. Al parecer, la compañía ha aceptado cumplir con las demandas de los reguladores europeos no solo en lo que afecta a las búsquedad a través de ordenadores, sino también tabletas y smartphones, según ha explicado a esta agencia una fuente conocedora de la negociación.
"Puedo confirmar que hemos alcanzado un buen nivel de entendimiento con Google en relación a sus propuestas", aseguró este martes el portavoz de políticas de competencia de la UE, Antoine Colombani. "Pronto habrá discusiones a nivel técnico. Esperamos que este proceso conduzca a remedios en relación a nuestras preocupaciones", afirmó. Mientras, Al Verney, un portavoz de Google en Bruselas, explicó que la compañía "seguirá colaborando con la Comisión Europea".
Si la compañía convence finalmente a los reguladores de la UE sobre los méritos de su oferta, evitaría el tipo de batalla larga que encaró su rival Microsoft en la última década y que culminó con multas de más de 1.000 millones de euros (828,7 millones de euros), tal y como recuerda Europa Press.
La coalición FairSearch, entre cuyos miembros figuran agencias de viajes online y demandantes de Google como Expedia y TripAdvisor, han asegurado que la supervisión era crucial para asegurar que Google cumple su palabra. "Cualquier cambio vinculante en las prácticas de Google debe ir aparejado con una fuerte supervisión continua y mecanismos de aplicación que aseguren que la compañía no vuelve a sus prácticas anticompetitivas", aseguró el grupo en un comunicado.
También ICOMP, otra organización que defiende un mercado online más competitivo y transparente, ha emitido una nota en la que afirman que el paso dado por Google "supone un reconocimiento enormemente significativo de su poder de mercado y su comportamiento anticompetitivo ilegal". Pero, advierten que, "dado el historial de Google de impedir y obstruir de forma deliberada las investigaciones oficiales", muchas compañías seguirán el proceso muy de cerca.
"A medida que avancen las discusiones, será esencial que las terceras partes tengan la oportunidad de escrutinio de las propuestas para asegurar que rectifican completamente el daño causado por años de comportamiento ilegal de Google sin obstáculos. La investigación de la Comisión ha andado un largo camino, y cometer fallos en este momento traería consecuencias aún más graves para la competencia online, la innovación y la libertad de elección del consumidor", insiste ICOMP.
En opinión de esta organización, pese a los avances dados, aún quedan numerosas cuestiones sin resolver. "Controlando más del 95% del mercado en Europa, Google ha denegado durante mucho tiempo cualquier estatus como firma dominante en Europa. El paso dado ahora hacia discusiones técnicas, ¿indica que Google está preparado para aceptar que, de hecho, cuenta con una posición dominante? Además, como Google está siendo investigado por violaciones a la competencia en numerosas jurisdicciones, ¿significa este avance que tendrán la voluntad de modificar sus prácticas a nivel global, o se limitarán sólo a Europa?", se preguntan.
Sin duda, Google quiere evitar que su caso acabe como el de Microsoft. Y, por ello, la compañía habría aceptado las condiciones exigidas por Bruselas en cuatro áreas clave. Aquellas que se refieren a cómo ofrece el resultado de sus búsquedas (se le acusa de dar prioridad a sus anuncios), a cómo aprovecha contenido de competidores en su propio beneficio, a los acuerdos para favorecer la publicidad de sus socios y las restricciones a que el anunciante traslade sus campañas de publicidad a otros motores de búsqueda.
La Comisión Europea ha asegurado, en este sentido, que hay un "buen nivel de entendimiento" con el buscador a sus últimas propuestas, que sentarán las bases de las negociaciones antes de que la Comisión tome una decisión final sobre si aceptarlas, informa Reuters. Al parecer, la compañía ha aceptado cumplir con las demandas de los reguladores europeos no solo en lo que afecta a las búsquedad a través de ordenadores, sino también tabletas y smartphones, según ha explicado a esta agencia una fuente conocedora de la negociación.
"Puedo confirmar que hemos alcanzado un buen nivel de entendimiento con Google en relación a sus propuestas", aseguró este martes el portavoz de políticas de competencia de la UE, Antoine Colombani. "Pronto habrá discusiones a nivel técnico. Esperamos que este proceso conduzca a remedios en relación a nuestras preocupaciones", afirmó. Mientras, Al Verney, un portavoz de Google en Bruselas, explicó que la compañía "seguirá colaborando con la Comisión Europea".
Si la compañía convence finalmente a los reguladores de la UE sobre los méritos de su oferta, evitaría el tipo de batalla larga que encaró su rival Microsoft en la última década y que culminó con multas de más de 1.000 millones de euros (828,7 millones de euros), tal y como recuerda Europa Press.
La coalición FairSearch, entre cuyos miembros figuran agencias de viajes online y demandantes de Google como Expedia y TripAdvisor, han asegurado que la supervisión era crucial para asegurar que Google cumple su palabra. "Cualquier cambio vinculante en las prácticas de Google debe ir aparejado con una fuerte supervisión continua y mecanismos de aplicación que aseguren que la compañía no vuelve a sus prácticas anticompetitivas", aseguró el grupo en un comunicado.
También ICOMP, otra organización que defiende un mercado online más competitivo y transparente, ha emitido una nota en la que afirman que el paso dado por Google "supone un reconocimiento enormemente significativo de su poder de mercado y su comportamiento anticompetitivo ilegal". Pero, advierten que, "dado el historial de Google de impedir y obstruir de forma deliberada las investigaciones oficiales", muchas compañías seguirán el proceso muy de cerca.
"A medida que avancen las discusiones, será esencial que las terceras partes tengan la oportunidad de escrutinio de las propuestas para asegurar que rectifican completamente el daño causado por años de comportamiento ilegal de Google sin obstáculos. La investigación de la Comisión ha andado un largo camino, y cometer fallos en este momento traería consecuencias aún más graves para la competencia online, la innovación y la libertad de elección del consumidor", insiste ICOMP.
En opinión de esta organización, pese a los avances dados, aún quedan numerosas cuestiones sin resolver. "Controlando más del 95% del mercado en Europa, Google ha denegado durante mucho tiempo cualquier estatus como firma dominante en Europa. El paso dado ahora hacia discusiones técnicas, ¿indica que Google está preparado para aceptar que, de hecho, cuenta con una posición dominante? Además, como Google está siendo investigado por violaciones a la competencia en numerosas jurisdicciones, ¿significa este avance que tendrán la voluntad de modificar sus prácticas a nivel global, o se limitarán sólo a Europa?", se preguntan.
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