El último año ha sido probablemente el peor de la historia de Research In Motion. La compañía canadiense, que impulsó la moda de los teléfonos conectados a Internet con sus clásicas BlackBerry, ha sufrido el apagón de sus servicios de datos, continuas caídas en bolsa y el retraso de numerosos productos durante 2011.
Y enero no comienza mejor. Según Boy Genius Report, RIM ha decidido cancelar varios proyectos que estaban bastante avanzados. Los terminales afectados son Colt, que deberían haberse convertido en el primer smartphone gobernado por el nuevo sistema operativo BlackBerry 10, y Milan, que funcionaba con la actual versión BlackBerry 7 y cuya fisionomía con teclado deslizable recordaba a los modelos de la familia BlackBerry Torch.
Esta drástica decisión del fabricante de teléfonos se debería a su necesidad de sacar al mercado un móvil rompedor y de máxima calidad con el que eclipsar la propuestas de Android y al mismísimo iPhone. Para ello, a partir de ahora sus ingenieros se centrarán exclusivamente en el desarrollo de un único smartphone, que se ha dado en llamar London y que sufrirá un cambio de diseño respecto a las imágenes filtradas meses atrás. Entonces podía verse un producto plateado, con bordes duros y sin el característico teclado QWERTY físico de la firma.
El principal problema al que se enfrenta la compañía es que el lanzamiento de este smartphone no está previsto hasta la segunda mitad de 2012. RIM no se ha pronunciado oficialmente, pero estas informaciones coinciden con las surgidas hace unos días, que aseguraban que los retrasos se debían a que el software no estaba lo suficientemente maduro como para equipararse “a la primera versión de iOS o a la segunda generación de Android” y, por lo tanto, no podía ser publicado.
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