El mercado de cámaras fotográficas está cada vez más polarizado entre gama baja y alta. En 2011 se vendieron 2,3 millones de unidades, cifra similar al año anterior, pero con mayor demanda de cámaras de objetivos intercambiables y de compactas. La gama media, de 100 a 200 euros, se queda en terreno de nadie: unos la encuentran cara y los otros corta de posibilidades. Todos los modelos, casi sin excepción, mejoran las prestaciones y bajan de precio, con lo que se tiene más calidad de imagen con menos dinero.
La mitad de las cámaras que se venden en España cuestan menos de 100 euros y el 70% del total, por debajo de los 150 euros. Del 30% restante, la mitad son compactas avanzadas y la otra mitad de objetivos intercambiables, de las cuales más del 90% son réflex. Estos datos muestran que el número de aficionados que adquiere una cámara avanzada no llega al medio millón anual, aunque la renovación es elevada. "El precio de la cámara es determinante", señala Julián García, director de mercadotecnia de Canon.
Lo más demandado es la calidad de imagen, que se obtiene con una buena lente, un zoom estabilizado y procesador potente. Después se exige facilidad de uso, con modos de disparo inteligente y la posibilidad de compartir con familiares y amigos. La era de crecer en millones de píxeles, opina García, ha pasado.
Los móviles no se comen a este mercado, porque la gente prefiere un aparato dedicado y "cualquier compacta, aunque sea sencilla, captura mejores imágenes", precisa Germà Rigau, de Sony. La mayoría, además, tienen zoom óptico, muy raro en los smartphones, y cuestan menos que un móvil barato.
Este año se ha multiplicado la oferta de compactas avanzadas y las de objetivos intercambiables. Los precios varían mucho y no dependen solo del tamaño: hay compactas más caras que muchas réflex y viceversa.
En el segmento de compactas avanzadas, las ventas se reparten entre las de zoom muy extenso y las de zoom más reducido que proporcionan mayor luminosidad y calidad de imagen, señala Avril Barthe-Larregle, de Panasonic. El tamaño del sensor es crucial, así como la calidad de la lente.
En los modelos de objetivos intercambiables, se puede optar por la réflex con visor óptico o por modelos más compactos sin visor o electrónico. Hay que elegir entre versatilidad, tamaño y calidad de imagen. En este segmento las réflex tradicionales copan el 90% de las ventas, aunque en los últimos meses se han presentado cuerpos compactos sin espejo y se prevé que ganen terreno. De momento, hay casi más oferta de compactas con objetivos intercambiables que de réflex, pero las ventas son reducidas. Canon no ha entrado en este mercado, no cree que crezca. El visor que proporciona el espejo de las réflex es difícil de superar, aunque los electrónicos lo emulan bien. La mayoría funciona sin visor. Sony, en cambio, ha hecho una gran apuesta con sensores de gran tamaño con su gama NEX, así como Samsung con la NX200. La G de Panasonic y la Pen de Olympus los llevan más pequeños, de cuatro tercios, aunque de altas prestaciones. Nikon ha entrado con la serie 1 y Pentax con la Q, con sensores aún menores.
Ejemplos de cámaras con zoom amplio y tamaño reducido son la HX9V de Sony, la TZ20 de Panasonic o la S8200 de Nikon. De mayor tamaño de cuerpo y objetivo destacan la SX40 (Canon), la FZ150 (Panasonic), la HX100 (Sony), la HS20 (Fuji), la X90 (Pentax) o la SZ30 (Olympus) todas excelentes y sin necesidad de cambio de objetivo.
Si se hacen retratos o fotografías de grupos, basta un zoom de tres o cuatro aumentos. La calidad de imagen puede ser mejor, porque el objetivo es más específico. Cámaras destacadas en esta categoría son la WX9 (Sony), la S100 (Canon), la LX5 de (Panasonic) o la XZ-1 (Olympus). La G12 (Canon), apreciada por los profesionales pese a ser compacta, se sitúa en la gama alta de la categoría, como las recientes X100 y X10 de Fuji.
En réflex, de gama media, destacan la EOS 600 (Canon), la DS5100 (Nikon) y la K5 (Pentax). Y en intercambiables sin espejo, la oferta empieza a ser elevada, se encuentran la NEX 5N (Sony), la GF3 (Panasonic), la NX200 (Samsung) o la Pen P3 (Olympus). Con todas disfrutará, realmente, de la fotografía.
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