Un alumno de Surrey ha desarrollado un nuevo método para engañar a ladrones haciéndoles creer que una casa se encuentra habitada, y ya ha obtenido unos beneficios de 250.000 libras.
Básicamente, el invento del escolar Laurance Rook se basa en un sistema que llama al móvil de los dueños de la casa cuando alguien toca el portero automatico de su vivienda mientras ellos están ausentes.
Al recibir la llamada en su móvil, los inquilinos pueden contestar, y de esa forma harán creer a los ladrones que el inmueble se encuentra habitado.
Para engañar al criminal, el pequeño inventor programó el dispositivo de forma que emite un ruido de fondo similar al que se escucha a través de los telefonillos cuando se contesta desde el móvil.
Por el momento, el niño ha vendido más de 20.000 unidades de su dispositivo, que comercializa la empresa Commtel Innovate, y todo apunta a que su invento llegará también de la mano de otra compañía.
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