La oposición conservadora se alzó con la victoria en Portugal, en unos comicios en los que estaba en juego el futuro económico de una de los países más golpeados por la crisis financiera de la eurozona.
Y el líder del partido Social Demócrata y casi seguro primer ministro, Pedro Passos Coelho, prometió hacer todo lo que esté en sus manos para cumplir con el compromiso de su país con la eurozona y el Fondo Monetario Internacional.Sin embargo, la respuesta inicial de los mercados no ha sido totalmente clara.
Las acciones subieron en la apertura de la bolsa de valores, lo que en principio indicaba confianza de los mercados. Pero posteriormente volvierona caer.
Esto se explica en parte porque los social demócratas no ganaron la mayoría de los asientos del parlamento, por lo que este lunes iniciaron negociaciones para la formación de una coalición con el derechista Partido Popular.
Y algunos analistas señalan que aún se percibe un riesgo de que Portugal carezca de una coalición suficientemente fuerte para responder a sus compromisos sin que haya inestabilidad política.
"Ha habido una cierta volatilidad en las acciones porque se está a la espera de que se forme una coalición, no hay una definición y es difícil interpretar que significa esta baja de las acciones", dijo a BBC Mundo Andrew Walker, corresponsal de negocios de la BBC.
"Los inversionistas lo que quieren ver es un gobierno fuerte que pueda implementar el paquete de rescate de US$115 mil millones acordado con el FMI y la eurozona", le dijo a la BBC Jan Randolph, analista de la consultora IHS Global Insight, basada en Londres.
El duro ajuste económico se considera clave para la estabilidad financiera del país y de toda Europa.
Los retos
Portugal se enfrenta a una tasa de desempleo que alcanza a 12,6 por ciento, la peor en tres décadas.Los analistas señalan que esa tasa aumentará aún más el año próximo cuando los pronósticos indican que Portugal será el único país de la Unión Europea en recesión.
También se enfrenta a un deterioro palpable de las condiciones sociales, con un millón de ancianos que tienen necesidades básicas insatisfechas y 350 mil personas que requieren de asistencia alimentaria.
En ese contexto, Passos Coelho, que no tiene experiencia previa de gobierno, deberá implementar un paquete de reformas, que traerá consigo dos años de una fuerte austeridad económica.
En principio es posible que una alianza de los social demócratas y el Partido Popular cuente con la oposición socialista para implementar las reformas acordadas con la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el FMI.
Sin embargo, algunos temen una respuesta de la población en las calles, sobre todo a partir de agosto cuando se espera el recorte del gasto público, una menor remuneración por concepto de despidos y aumentos de impuestos.
Ya en los últimos días se produjeron protestas en contra del acuerdo con el FMI, inspiradas en el movimiento de "los indignados" de España.
António de Sousa Lara, catedrático de ciencias políticas en la Universidad Técnica de Lisboa, dijo a la BBC que podría haber desde "la izquierda pura y dura una oposición frontal en las calles, con todo lo que eso significa".
"Como las medidas van a ser catastróficas, con una baja del PIB, sacrificios que se le van a pedir al pueblo y un aumento del desempleo, van a crear un agravamiento del hambre y del problema social", dijo.
BBC Mundo
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