Con más de 50 millones de unidades vendidas alrededor del mundo, Xbox 360 ha sido una plataforma eminentemente hardcore en lo que al grueso de su catálogo respecta. Por eso es precisamente ahora, con la llegada de Kinect y el éxito que el periférico está cosechando, cuando desde la compañía de Redmond quieren tranquilizar a todos aquellos que hicieron posible el éxito de la máquina y que prefieren una forma de jugar más tradicional.
“Obviamente estamos emocionados con el éxito de Kinect, pero no tenemos intención alguna de abandonar a la audiencia que compró originalmente Xbox 360”, declaraba David Dennis, relaciones públicas de Microsoft en Estados Unidos, durante la celebración del CES. Conscientes de la importancia del usuario tradicional, aseguró que continuarán trabajando en juegos como Halo y Gears of War, y se apresuró a decir que aún existen títulos hardcore que no han sido anunciados y que están en desarrollo.
MeriStation
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