Contra todo pronóstico, el libro tradicional ni cede terreno ni se apoltrona tras las trincheras: en nuestro país ha crecido un 10,2% en los últimos 5 años. Así lo demuestra el Informe anual de los contenidos digitales 2010 del Ontsi (Observatorio de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información). ¿Y la crisis no ha afectado al libro? Sí, su crecimiento no ha sido tan bueno en 2009 como en los años anteriores: un tímido 1,5% respecto al año anterior (de 3.469 a 3.520 millones de euros), pero teniendo en cuenta que en el resto del mundo las ventas descendieron un 2,8%, no es un mal dato.
La piratería también se ha llevado su tajo y cada vez está más presente: alcanzó en España una tasa del 35,1% en los 6 primeros meses de 2010, una cifra que casi duplica la de la segunda mitad de 2009 (19,7%), según un análisis del Observatorio de Piratería y Hábitos de Consumo de Contenidos Digitales elaborado por IDC Research. Los editores se quejan de que sus libros aparecen en Internet al día siguiente de su lanzamiento y, según datos de su Federación, han dejado de ingresar 150 millones de euros en 2009 por esta causa.
Algunos creen que si se busca el formato pirateado es por una insuficiente oferta digital. "Tratamos de concienciar a las editoriales de la importancia de hacer lanzamientos en paralelo (sacar a la vez el libro físico y el ebook). Lo que mejor funciona son las novedades", nos cuenta Arantza Larrauri, directora de Libranda. Esta plataforma nacida en julio, primera distribuidora de libros electrónicos en España y en el mundo en lengua española, ha cumplido expectativas respecto al número de descargas por título (han vendido lo esperado), pero sólo han lanzado 2.000 títulos de los 10.000 previstos para estas fechas.
¿Por qué no crece más?
Arantza Larrauri es franca: "El mercado está muy verde, la gente no sabe lo que es un e-book y todas las cosas que puede ofrecer, sólo hay 80.000 dispositivos en el mercado, frente a 50 millones de habitantes". El Ontsi la avala: la tasa de penetración de los libros digitales en la población española fue de un 3,89% en 2009. Para Larrauri, esto se debe al precio de los aparatos lectores, readers o e-readers (150 euros los más baratos) y a la falta de catálogo (algunas editoriales prefieren esperar a que haya un mercado más consolidado para lanzarse a la era digital). Una mayor publicidad ayudaría a paliarlo, opina.Ángel María Herrera, fundador de Bubok, coincide con Arantza. Esta plataforma de autoedición se ha adaptado a los nuevos tiempos: ha creado su propia librería on line: Ibubok. "Estamos en un punto de inflexión", reflexiona Ángel María. "No podemos esperar a que el uso del e-reader sea masivo, debemos estar preparados antes". Sin embargo, esto supone adelantarse a la demanda y acometer un enorme esfuerzo económico cuyo resultado no será inmediato. Muchas editoriales, por la crisis, no se lo pueden permitir.
Los datos hablan solos: el año pasado se registraron en el ISBN 13.250 títulos en e-book, unos 4.500 más que en 2008 (un 52%), según el Ontsi. Muy pocos comparados a los casi 100.000 nuevos títulos que se registraron en el mismo periodo en formato papel.
No obstante, las previsiones son optimistas. El Corte Inglés, que oferta unos 25.000 títulos, califica de "muy positiva" su evolución en las ventas "destacan La caída de los gigantes, de Ken Follet, o el Premio Planeta 2010 de Eduardo Mendoza- y tiene "buenas expectativas" para Navidades en e-books y en lectores (Inves es su marca propia, que será táctil en diciembre).
Sony también prevé buenos resultados en Navidad: "La demanda es alta, por encima de las previsiones", aseguran. "Creemos que el momento del despegue de la lectura digital en nuestro país ha llegado", pero en cuanto al precio, no se prevé "un abaratamiento radical" a corto plazo.
Silencio y previsiones
El mutismo existente respecto a la facturación del e-book en el mercado español es absoluto: no existen datos oficiales y los vendedores se niegan a airear sus contabilidades. Lo mismo ocurre respecto a los dispositivos de lectura (lectores o e-readers). A pesar de ello, la I Feria del Libro Digital, celebrada el pasado 16 de noviembre en Madrid, esbozó lo que está por venir en este sector: el servicio de préstamo de libros electrónicos, posibilidad de establecer tarifas planas de descargas de e-book y la instauración de éste en las aulas, acontecimiento para el que habrá que esperar 3 o 4 años.
20minutos
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