La industria de los videojuegos factura alrededor de $60 millones, 76% de los cuales se exportan, y emplea a unas mil personas en unas 65 compañías, la mayoría de ellas de capital nacional y radicadas en la ciudad de Buenos Aires y sus alrededores.
La edad media de los trabajadores del sector tiene 27 años de edad, mientras que los directivos y empleados de gestión promedian 30 años. Los especializaciones de testing tienen en promedio 23 años y los de sonido, 25 años.
Los datos están en la encuesta del Centro de Estudios para el Desarrollo Económico Metropolitano (Cedem), según la cual el salario medio neto del sector es de $3.070, aunque un programador puede ganar 4.592 pesos.
El perfil se desprende de la segunda encuesta de desarrolladores de videojuegos realizada por el Cedem, que depende del Ministerio de Desarrollo Económico del Gobierno porteño.
Desde la encuesta anterior, realizada en 2006, el empleo en el sector creció 156% y la facturación, 342 por ciento.
"Una característica propia de esta industria es la alta tasa de rotación de las firmas, dada por elevadas tasas de natalidad y mortandad. Por ejemplo, de las 30 desarrolladoras que contestaron la primera encuesta realizada en 2006, el 40% había dejado de funcionar o se dedicaba a otra actividad al momento de la segunda encuesta, en 2009", explicó Enrique Avogrado, director de Industrias Creativas y Comercio Exterior porteño, citado por el diario porteño La Nación.
Los principales mercados para los videojuegos argentinos son Estados Unidos, Canadá, y Europa. En segundo lugar aparecen los países de América latina.
De los juegos terminados por las empresas argentinas, el 69% es para Internet; el 18% para PC; el 10% para teléfonos celulares, principalmente los smartphones, y el 1,7% para consolas de videojuegos.
Según la encuesta, los dos juegos argentinos mejor colocados en 2008 alcanzaron valores de $1 millón y $1,4 millones.
iProfesional
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