La edición 2010 de FICOD tampoco ha dejado de lado el sector del ocio digital. Los videojuegos están dando el salto definitivo de las consolas a los teléfonos móviles, las redes sociales y hasta las empresas y organizaciones políticas, como se ha puesto de manifiesto en el coloquio “Nuevos dispositivos, nuevas formas de jugar”.
La polémica sobre el nuevo juego alojado en la web del PP de Catalunya fue el tema que abrió prácticamente el debate ante el interrogante de “¿Cuáles son los nuevos usos y soportes de los videojuegos?” Parece que hay un movimiento que ha llevado a los juegos a ampliar su target a nuevos públicos gracias tanto a la educación hacia los usuarios como al aspecto de socialización.
Cristina Infante, responsable de marketing de Sony Entertaintment España, destacaba que “durante mucho tiempo el target era el ‘hard-gamer’, pero llevamos ya algunos años queriendo salirnos de ese perfil y estudiando el tipo de contenidos que demandan todos los públicos”.
Microsoft, por su parte, quien acaba de lanzar al mercado Kinect, considera que el futuro está en la conectividad entre dispositivos y funciones. Alejandro Camino, director de Marketing de la división de Entretenimiento de la compañía, diferenció su nueva tecnología con el Move de Sony y la Wii de Nintendo porque Kinect “no es sólo entretenimiento, sino que tenemos abiertas muchas aplicaciones a parte de juegos. Hemos recibido innumerables propuestas de empresas para usar Kinect en muchos usos: construcción, banca, medicina, etc.
Por su parte, la Asociación de Desarrolladores de Ocio Digital (DOID) aportaba el punto de vista de los desarrolladores ante este aluvión de nuevos usos y soportes, destacando que los ‘developers’ corren una carrera contrarreloj para adecuarse a los dispositivos que van saliendo al mercado. Según la asociación, la base para hacer juegos es la misma pero la variedad creciente de plataformas dificulta el trabajo enormemente.
La distribución también fue un aspecto sobre el que departieron ampliamente los ponentes, destacando sus dificultades en el mercado español. “Resulta imposible encontrar publishers. Y si das con ellos te acaban mandando a sus jefes de fuera. No tenemos distribución en este país”, ha señalado Daniel Sánchez Mateos, encargado de nuevos negocios y producción en Digital Jokers.
Una de las trabas que se comienzan a dar en este ámbito parece ser la piratería. Algunas compañías extranjeras limitan la llegada de ejemplares a España por los altos índices de copias ilegales que circulan en nuestro país. Alejandro Camino, de Microsoft, lo tiene claro: “No me convence ese argumento de que se piratee porque los juegos sean caros, porque los tenemos a 9 euros y la gente los sigue copiando. En España, así como en otros países mediterráneos, la piratería es algo cultural”.
Otro factor que podría suponer una barrera para la industria podrían ser las nuevas legislaciones restrictivas para juegos violentos que se están estudiando aplicar en Alemania o California (EE.UU). Los ponentes coincidieron en que todavía hay una gran masa de gente que considera que los videojuegos son perjudiciales y no conocen sus aplicaciones para medicina, enseñanza, etc. “Probablemente estas personas no hayan jugado en su vida o conocido como funciona una empresa de desarrollo”, coincidieron los tertulianos.
ITespresso
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