El Pais
De qué vale un televisor 3D si luego los vídeos caseros que filmamos no son 3D; de qué vale una cámara fotográfica 3D si luego mi televisor no es 3D. El problema lo ha resuelto Panasonic con una gama completa de productos 3D de alta calidad, que ya se venden en España.
La videocámara SDT750 es la primera de consumo familiar que graba imágenes en 3D en casa, simplemente adaptando el complemento óptico 3D. Incorporando su tecnología de emisión en 3D, esta nueva cámara con sistema 3MOS (2,5 millones de píxeles x3) permite crear fácilmente películas caseras en 3D, hasta hace poco algo solo al alcance de profesionales. El obstáculo son sus 1.500 euros.
La cámara fotográfica 3D (con óptica intercambiable) se llama Lumix GH2 y cuesta 1.000 euros. El objetivo especial 3D sale por 250 euros.
Fotos o vídeos caseros de poco valen si luego no se pueden reproducir en 3D. Se necesita un televisor y unas gafas especiales. La pantalla plana de plasma Viera Full HD 3D de 42 pulgadas cuesta 1.500 euros. Es de altísima definición, con un refresco de imagen de 600 Hz y un color negro intenso. Al precio hay que sumar las obligadas gafas polarizadas que se sincronizan con el televisor con un emisor y un receptor infrarrojo.
La tecnología 3D va a obligar al consumidor a atarse a una marca, ya que las tecnologías 3D son, de momento, diferentes entre los fabricantes. No se puede tener un reproductor o unas gafas 3D de diferente marca que el televisor 3D. Consecuencia: el consumidor se lo va a pensar antes de comprometerse para toda la vida.
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