En plena crisis de creatividad de la industria japonesa, cada vez más abocada a su propio mercado salvo por algunas excepciones como las obras de Sigheru Miyamoto o Hideo Kojima, en los últimos años ha emergido un estudio de desarrollo que, con tan sólo tres juegos en su haber (Madworld, Bayonetta e Infinite Space) ha conseguido situarse entre los más importantes de su país. Su nombre es Platinum Games y su cuarto título, que sale al mercado el próximo 22 de octubre, es Vanquish.
El hecho de que dicho estudio cuente con algunos de los creativos más importantes de Japón en los últimos años, principalmente Shinji Mikami e Hideki Kamija (creadores de Resident Evil y Devil May Cry, respectivamente) le dota de cierta autoridad, que ha sabido mantener con los cuatro títulos que han desarrollado hasta ahora.
Si con Madworld y con Bayonetta en Platinum se atrevieron con el 'hack'n flash', el clásico género que mezcla acción cuerpo a cuerpo con algo de puzzles y plataformas, en el caso de Vanquish han querido ir más allá. No es muy común ni el desarrollo ni el éxito de 'shooters' en Japón, ya sea en primera o en tercera persona, pero Platinum se ha propuesto coger este género eminentemente occidental y pasarlo por un filtro nipón que lo que pretende es atraer a ambos públicos.
El resultado es un título de acción en tercera persona que se desarrolla a una velocidad mucho más elevada de la habitual en el género, una aventura de ambientación futurista con una banda sonora de clásico tecno japonés.
La historia, que se desarrolla en una estación espacial mastodóntica invadida por los rusos y que tenemos que recuperar, la protagoniza Sam Gideon, un soldado vestido con un traje especial que le dota de poderes extraordinarios.
Y es en el momento de utilizar dichos poderes cuando Platinum demuestra que hace las cosas de manera diferente. Han usado dos habilidades muy habituales en los títulos de acción: la capacidad de moverse más rápido que los demás y la de ralentizar el tiempo y, combinándolos, han conseguido dotar a su juego de un nivel de virtuosismo y adicción a la altura de los mejores títulos del año.
Toda la acción se desarrolla a una velocidad increíble, a la que se une la nuestra todavía más elevada y los momentos indispensables en los que prácticamente detenemos el tiempo para disparar a placer durante unos instantes preciosos en los que se ganan las batallas.
A esto se le une una sucesión de niveles y enfrentamientos muy rica y su componente arcade, que a algunos les encantará. En Vanquish no sólo hay que superar las misiones, sino que el título te invita a perfeccionar tus habilidades puntuándolas y registrando dichas puntuaciones en Internet para que cualquier jugador del mundo intente superarte.
Pese a la escasa duración del título y la falta de alicientes más allá de la historia principal, Vanquish será un título a tener en cuenta. No está gozando de la atención mediática ni de la expectación por parte del jugador que habitualmente se le presta a los juegos más punteros y probablemente sus ventas no sean demasiado elevadas, pero tiene mimbres para ser un título de culto, otro más de Platinum Games.
El hecho de que dicho estudio cuente con algunos de los creativos más importantes de Japón en los últimos años, principalmente Shinji Mikami e Hideki Kamija (creadores de Resident Evil y Devil May Cry, respectivamente) le dota de cierta autoridad, que ha sabido mantener con los cuatro títulos que han desarrollado hasta ahora.
Si con Madworld y con Bayonetta en Platinum se atrevieron con el 'hack'n flash', el clásico género que mezcla acción cuerpo a cuerpo con algo de puzzles y plataformas, en el caso de Vanquish han querido ir más allá. No es muy común ni el desarrollo ni el éxito de 'shooters' en Japón, ya sea en primera o en tercera persona, pero Platinum se ha propuesto coger este género eminentemente occidental y pasarlo por un filtro nipón que lo que pretende es atraer a ambos públicos.
El resultado es un título de acción en tercera persona que se desarrolla a una velocidad mucho más elevada de la habitual en el género, una aventura de ambientación futurista con una banda sonora de clásico tecno japonés.
La historia, que se desarrolla en una estación espacial mastodóntica invadida por los rusos y que tenemos que recuperar, la protagoniza Sam Gideon, un soldado vestido con un traje especial que le dota de poderes extraordinarios.
Y es en el momento de utilizar dichos poderes cuando Platinum demuestra que hace las cosas de manera diferente. Han usado dos habilidades muy habituales en los títulos de acción: la capacidad de moverse más rápido que los demás y la de ralentizar el tiempo y, combinándolos, han conseguido dotar a su juego de un nivel de virtuosismo y adicción a la altura de los mejores títulos del año.
Toda la acción se desarrolla a una velocidad increíble, a la que se une la nuestra todavía más elevada y los momentos indispensables en los que prácticamente detenemos el tiempo para disparar a placer durante unos instantes preciosos en los que se ganan las batallas.
A esto se le une una sucesión de niveles y enfrentamientos muy rica y su componente arcade, que a algunos les encantará. En Vanquish no sólo hay que superar las misiones, sino que el título te invita a perfeccionar tus habilidades puntuándolas y registrando dichas puntuaciones en Internet para que cualquier jugador del mundo intente superarte.
Pese a la escasa duración del título y la falta de alicientes más allá de la historia principal, Vanquish será un título a tener en cuenta. No está gozando de la atención mediática ni de la expectación por parte del jugador que habitualmente se le presta a los juegos más punteros y probablemente sus ventas no sean demasiado elevadas, pero tiene mimbres para ser un título de culto, otro más de Platinum Games.
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