Fuente: La Nacion.
No es fácil asociar el consumo eléctrico con las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) tales como el CO2. Sin embargo, salvo en países con una matriz energética muy avanzada como Dinamarca, el acto de encender una luz o una computadora trae aparejada un aumento en emisiones de CO2. Esto se debe a que el 88 por ciento de la energía eléctrica en el mundo proviene de quemar combustibles fósiles.
En nuestro país, se trata principalmente de gas natural y petróleo; en Estados Unidos de carbón. Cabe aclarar que dentro de estos combustibles fósiles, el más contaminante es el carbón, seguido por el fuel-oil y luego el gas natural. Con esto podemos decir que nuestra matriz energética es bastante más "limpia" que la norteamericana, además de ser más reducida.
La reducción de emisiones es sin duda una prioridad para el mundo entero. Esto descansa en el acuerdo llegado por la mayoría de los científicos sobre la necesidad de llevar a cero las emisiones para el año 2050. También es clave mejorar la matriz si aspiramos lograr resultados realmente positivos con los autos eléctricos que, de forma gradual, están saliendo al mercado. Cargar estos vehículos con una fuente de energía que proviene en un 88 por ciento de combustibles fósiles solo trae un beneficio de aproximadamente un 12 por ciento en la reducción de emisiones. Si los cargáramos con energía eólica, por ejemplo, obtendríamos prácticamente un 100 por ciento de reducción.
Mientras tanto, dada la composición actual de la matriz, una manera que contamos todos para reducir emisiones es bajar el consumo de electricidad. Esto se logra de varias maneras que incluyen cambiar la tecnología de iluminación, apagar luces innecesarias, utilizar electrodomésticos más eficientes, etc.
En los Estados Unidos, los dos gigantes informáticos, Google y Microsoft, han desarrollado unos servicios de software gratuitos que a través de alianzas con las distribuidoras de electricidad y fabricantes de nuevos medidores inteligentes permiten a los usuarios tener un control muy preciso sobre su consumo de electricidad.
El Microsoft Hohm, lanzado el 6 de Julio de 2009, es un software para auditar el consumo eléctrico que brinda a los usuarios un perfil completo del tipo de consumo. Al darse de alta, el usuario carga información sobre el hogar. Esta incluye ubicación, superficie cubierta, tipo de aislamiento, cantidad de puertas y ventanas, sistemas de calefacción y enfriamiento, sistema de calentamiento de agua, tipos de bombitas para iluminación, etc.
Con estos datos, Hohm crea un perfil de consumo de energía y ofrece la posibilidad de conectarse a los proveedores de electricidad y gas. Muestra una categorización del consumo energético y brinda consejos sobre donde focalizar los esfuerzos para lograr las mayores reducciones de energía y dinero en términos anuales. El sistema también calcula el período de repago de una inversión.
Por ejemplo si reemplazamos un sistema anticuado de calefacción por uno nuevo con determinadas características, se podría saber en cuanto tiempo el nuevo equipo se repaga, tomando en cuenta el uso y el precio de compra. A su vez, permite a los usuarios compartir experiencias en ahorro de energía, sumando así una comunidad online más a las redes sociales.
Por su lado, el sistema de Google anuncia "Save energy. Save money. Make a difference": "Ahorrá energía, ahorrá dinero, hacé una diferencia". El "Powermeter" apareció en Febrero de 2009, casi cinco meses antes que Hohm. Se enfoca exclusivamente en la energía eléctrica y no contempla medir el gas como Hohm. Las mediciones precisas se pueden realizar conectándose con una distribuidora (por ahora en California, Florida, Inglaterra o Alemania) o adquiriendo un medidor inteligente para el hogar como AlertMe o The Energy Detective . Powermeter tiene en este sentido una presencia más internacional respecto a Hohm, que está solamente en los Estados Unidos.
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