Estas 3D sí se pueden tocar

Fuente: El Mundo.

La tercera dimensión está este año tan de moda que no extraña casi nada relacionado con ella: televisores, reproductores BluRay, cámaras de fotos, ordenadores... hasta teléfonos. Pero ¿qué hace HP en este tinglado? ¿Impresoras 3D? Efectivamente.
HP presentó el lunes lo que esperan, en palabras de Guayente Sanmartín, directora mundial de marketing de Impresión en Gran Formato, que se convierta en una nueva línea de negocio.
Es cierto que no es la primera impresora de tres dimensiones que existe en el mercado, pero probablemente sí sea la primera que se presenta como una máquina sencilla, sin necesidad de una instalación compleja, con un sistema de suministro de consumibles totalmente transparente y con la cobertura de asistencia técnica que permite la dimensión de la compañía estadounidense.
Ojo, tampoco se trata de una impresora doméstica. Está enfocada a todo el universo de profesionales que utilizan ficheros CAD; desde arquitectos o diseñadores industriales hasta dentistas o traumatólogos.

Cambio de plano

De una forma simple se podría decir que las nuevas impresoras de HP sustituyen la superficie por el volumen y la tinta por pástico ABS. Mediante este sistema consiguen modelos tridimensionales físicos de cualquier cosa para comprobar que son o no aptos para su función y que se pueden producir.
Una de las características más sorprendentes de las HP Designjet 3D es que a pesar de estar impreso en una sola pieza, el objeto incluye piezas móviles. En la demostración mostraron cadenas del estilo de las de tracción de una moto, una bola formada por cinco esferas independientes, una llave inglesa móvil, un cojinete...
Para lograr las piezas los inyectores depositan capas de material plástico ABS de 0,254 milímetros. Y para conseguir que los engranajes funcionen e imprimir en áreas que están al aire, emplean otro tipo de compuesto de soporte que, tras elaborar la pieza se desechará.
El precio de las Designjet 3D es de 12.500 euros y 16.200 el modelo de color. En ambos casos es necesario un sistema de eliminación del material de soporte, una especie de lavadora, que cuesta otros 1.720 euros. Los prototipos que 'imprime' tienen un máximo de 20 x 15 x 15 centímetros.